Estados Unidos acusa a la exenfermera del expresidente de Venezuela Hugo Chávez, la sanitaria Claudia Patricia Díaz, de haber blanqueado al menos 4,28 millones de dólares.
En concreto, la enfermera, además de su marido, Adrián José Velásquez, habrían blanqueado dicha cantidad de dinero a través de yates, caballos de carreras, ropa y relojes de alta gama.
Las autoridades estadounidenses dictaron una orden de detención internacional contra ambos, que provocó el arresto en Madrid de la sanitaria y su marido. Se pusieron a disposición del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que los dejó en libertad con medidas cautelares.
En la orden de detención se sostiene que entre los años 2008 y 2017, el empresario venezolano Raúl Gorrín Belisario -propietario y presidente de Globovisión- pagó comisiones al ex tesorero nacional del país, Alejandro Andrade, según informa 'El Mundo'.
Gorrín habría sobornado a Andrade, un militar que tras ser guardaespaldas de Chávez, llegó a ser el responsable de sus fianzas en 2007.
El motivo de los pagos radicó en "asegurarse los derechos para realizar transacciones de cambio de moneda extranjera para el Gobierno venezolano con tasas favorables".
Las autoridades americanas indican que la exenfermera de Chávez y su marido tenían una posición clave para consumar con éxito la operación
Según las autoridades, se trataba de tener acceso a estos cambios de divisas, tanto antes como después de la muerte del expresidente venezolano, para amasar así una importante fortuna.
Andrade ingresó en prisión en febrero de 2019 para cumplir una condena de diez años. Decidió colaborar en las investigaciones relacionadas con la corrupción en el cambio de divisas.
De esta manera, Estados Unidos sostiene que Gorrín "pagó y blanqueó los sobornos desde o a través de cuentas bancarias".
Ayuda para abrir cuentas bancarias
Sin embargo, también indican que "buscaron ayuda para abrir cuentas bancarias para canalizar los sobornos a través de múltiples destinos antes de llegar a su destinatario final".
En este punto, las autoridades americanas sitúan a la exenfermera de Chávez y a su marido, ambos involucrados en una supuesta posición clave para consumar con éxito la operación.
El país norteamericano asegura que Gorrín transfirió dinero a Velásquez para jets privados, yates, casas, caballos de carreras, relojes de alta gama e incluso una empresa de moda.
Ambos niegan rotundamente las acusaciones y el juez no ha considerado justificado el ingreso en prisión provisional de ambos, acordando su libertad. No obstante, para que estén a disposición de la justicia española, les ha retirado el pasaporte y les obliga a comparecer cada 15 días.