Las sirenas en la Alta Galilea, en la frontera de Israel con el Líbano, sonaron a las dos y a las cuatro de la madrugada de este domingo: la primera, por la amenaza de los proyectiles lanzados por Irán; la segunda, por un ataque de Hezbolá, afín al régimen de los ayatolás. Las localidades en esta región hace meses que fueron evacuadas por el crecimiento de la tensión. Pero unas pocas personas, constituidas en milicias a las órdenes del Ejército de Israel, permanecen en la zona para reforzar la seguridad. Son los llamados Grupos de Respuesta Rápida.

Gideon Harari forma parte de uno de ellos. Desde que estalló la guerra, con el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre, patrulla la región a bordo de su vehículo particular, fusil en mano: es la misión encomendada por las autoridades israelíes a los Grupos de Respuesta Rápida del norte del país. En caso de detectar una situación de crisis o amenaza, alertan a sus mandos y tratan de contener -hasta la llegada de las tropas- cualquier riesgo para la estabilidad.

Se trata de una zona especialmente sensible. La frontera apenas existe sobre el papel; en el terreno, basta con recorrer los senderos de los Altos del Golán para saltar de Israel al Líbano. Ahora está vacía. Las calles, los espacios comerciales, carecen de su trasiego habitual. Es fácil constatar la premura con la que sus inquilinos habituales dejaron sus casas en busca de un lugar más seguro.

Gideon Harari pasó dos décadas en unidades de Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel -como se conoce a su Ejército oficial-; ahora a sus 67 años, ha vuelto a coger el fusil. Quizá uno de los momentos más críticos a los que se ha enfrentado desde el 7 de octubre ha sido, precisamente, la madrugada de este domingo, cuando Irán lanzó un ataque con 300 misiles y drones contra Israel. Esta es su experiencia:

Pregunta. ¿Dónde se encuentra ahora mismo?

Respuesta. Estoy en mi casa particular. Ayer pasé toda la noche en nuestro centro de control, en el pueblo donde vivo. Los miembros de nuestro Grupo de Respuesta Rápida estuvimos despiertos toda la noche. Hemos pasado toda la noche despiertos, mirando, escuchando todo lo que pasó. Hemos seguido muy de cerca las interceptaciones… Nada entró a nuestra zona.

P. ¿Sigue toda la zona evacuada? [El Gobierno de Israel ordenó la evacuación de todas las poblaciones cercanas a la frontera con el Líbano por los continuos ataques de Hezbolá].

R. Mi familia no está aquí. Están a una media hora de viaje desde aquí. Todos los pueblos de esta zona siguen evacuados. Hay gente que sí ha vuelto a sus casas, pero la mayoría siguen evacuados.

P. ¿Cómo valora el ataque de Irán?

R. Es la primera vez que Irán ataca a Israel de forma directa. Para ellos es una derrota. No alcanzaron los objetivos establecidos en Israel, sólo a una niña beduina en el sur del país, musulmana. Todos los proxies de Irán verán que no es tan poderoso.

P. Sin embargo, Israel ha contado con la ayuda de varios países aliados.

R. Para Israel, la ayuda de Occidente ha sido un éxito enorme. Lo que pasó con los aliados, Jordania, Estados Unidos, Reino Unido, Francia… Ha sido un éxito estratégico, quizá uno de los más importantes en los últimos años.

La respuesta de Israel

P. ¿Qué cree que ocurrirá ahora? ¿Qué hará Israel?

R. No sé lo que ocurrirá o cómo actuará Israel, pero le voy a decir lo que quisiera: pienso que tenemos que aprovechar esta oportunidad para estrechar lazos de alianza con otros países. No tenemos que responder, la venganza no es importante e Irán no es tan poderosa como algunos pensaban. También hemos tenido muy buena respuesta ante sus armas.

P. ¿Cree que este ataque sin alcanzar objetivos ha cambiado algo la situación general en la región?

R. Sus proxies [en referencia a Irán] ven que nosotros somos más fuertes. Tenemos que mantener esa imagen y convertirlo en un éxito. Es una oportunidad geopolítica no sólo para acercarnos más a Estados Unidos, Reino Unido o Francia, también a Jordania, Emiratos Árabes, Arabia Saudí o Jordania. Eso es mucho más importante que una respuesta inmediata.

P. ¿E Irán? ¿Contempla la posibilidad de que lance un nuevo ataque?

R. Ellos ya han dicho que si no contestamos, no seguirán. Les puedo creer: no están interesados en evolucionar este conflicto en una gran guerra. Porque el objetivo más importante de Irán no es derrotar a Israel, es desarrollar el proyecto nuclear.

P. ¿Y qué ocurrirá con los 133 rehenes que aún siguen secuestrados por Hamás? ¿Cómo cambia la situación tras el ataque?

R. No se sabe cómo afecta a la negociación por los rehenes. Puede que Hamás se dé cuenta de que el respaldo de Irán no es tan fuerte como creían. Pero como los jefes de Hamás, unos psicópatas, están lejos, es posible que no les afecte y sigan encerrados en su posición.

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