El fallido plan fiscal de la conservadora Liz Truss plantea hoy un nuevo revés a la primera ministra británica. Su Gobierno no informó al Banco de Inglaterra antes de anunciar el masivo recorte de impuestos que desató un caos en los mercados e hizo caer el valor de la libra esterlina hasta mínimos de 1985. Así lo ha revelado el subgobernador de la entidad, Jon Cunliffe, este miércoles.
Cunliffe, responsable de Estabilidad Financiera del banco emisor, aseguró ante un comité de la Cámara de los Comunes que la entidad, de haber conocido los planes del Gobierno, habría podido alertarlo de los posibles efectos adversos en los mercados de sus planes. "No tuvimos un informe completo sobre el paquete de medidas hasta la noche antes" de que el entonces ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, anunciara agresivos recortes en el impuesto de sociedades, el de la renta y otros tributos.
Esas medidas desataron un desplome del valor de la libra esterlina hasta mínimos de 1985 y dispararon los intereses de la deuda soberana del Reino Unido. El fracaso de uno de sus planes estrella se saldó con la destitución del titular de Economía del Gobierno de Truss, y un desmantelamiento total de dicha estrategia fiscal.
El Banco de Inglaterra tuvo además que intervenir con una compra de emergencia de bonos soberanos para tratar de calmar las turbulencias financieras. "Si nos hubieran consultado sobre cuál iba a ser la reacción del mercado, habríamos interactuado con ellos (el Gobierno)", afirmó el subgobernador del Banco de Inglaterra, si bien precisó que no es "responsabilidad" de la entidad central "aconsejar al Ejecutivo sobre política fiscal".
Dimisión de la ministra de Interior
Cada vez se suma más presión al Gobierno de Truss. Este miércoles su ministra de Interior, Suella Braverman ha dimitido del cargo que ocupó apenas hace un mes y medio, cuando Truss entró a Downing Street.
La renuncia se produce entre crecientes presiones dentro del Partido Conservador para que la primera ministra renuncie al cargo, ante la tormenta financiera y el desplome en las encuestas de los conservadores.
