Esta foto viene a demostrar que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, consoló a la madre de Chávez, Elena Frias, durante el funeral del mandatario venezolano. La polémica se ha disparado porque entre ambos se produce un tímido abrazo. Acercan sus manos. Juntan sus caras. Y eso es algo que ha encendido los ánimos de los clérigos iraníes, que al ver la fotografía se han apresurado a decir que un contacto de ese tipo entre un hombre y una mujer entre quienes no exista una relación familiar “está prohibido”. Incluso han llegado a decir del presidente iraní que con esta actitud ha estado “payaseando”.
Según explica la BBC, los críticos conservadores, ya irritados por el efusivo panegírico de Ahmadineyad hacia el líder izquierdista, le recordaron que no sólo ha cometido un pecado, sino que se ha comportado de un modo inapropriado para el presidente de un estado islámico.
Ahmadineyad besó el féretro y fue ovacionado de pie por las autoridades venezolanas durante las exequias del líder bolivariano. Sin embargo, la popularidad alcanzada por Ahmadineyad en Caracas no ha conseguido aplacar la furia de los clérigos iraníes. Mohamed Taghi Rahbar, que dirige los sermones del viernes de la segunda ciudad de Irán, Ispahán, manifestó que el presidente iraní había "perdido el control".
Mahmud Ahmadineyad y Hugo Chávez eran buenos amigos, y mantuvieron varios encuentros durante el tiempo en que el venezolano vivía. Incluso, en alguna ocasión llegaron a bromear sobre la posibilidad de tener bombas atómicas dirigidas hacia Washington.
"Él fue una personalidad histórica y mundial (...), un movimiento humano. Chávez no es una persona física, es una cultura, es un sendero, es un plan para salvar a la humanidad", declaró el mandatario iraní a la prensa al salir de los funerales que se celebraron en la Academia Militar de Caracas.
Ahmadineyad también situó a Chávez en compañía de los profetas, y en concreto del duodécimo imán de los chiís, Al Mahdi, y de Jesucristo, hijo de Dios para los cristianos y profeta para los musulmanes, lo que le ha valido las críticas de algunos clérigos de alto rango en Irán, que le han instado a evitar declaraciones de este tipo.
El gobernante iraní, que siempre manifestó públicamente su amistad hacia Chávez, se despidió de su amigo tocando el féretro y levantando el puño. En opinión del presidente iraní, los "líderes revolucionarios" latinoamericanos, que se reunieron en Caracas para el funeral de Chávez, han manifestado su intención de continuar la senda marcada por el difunto gobernante venezolano.