En su primera reunión extraordinaria desde 2011, el Banco de Japón (BoJ) decidió hoy inyectar dinero gratis a las pymes para amortiguar el impacto de la pandemia de coronavirus, a la vez que se informó del primer descenso del IPC en tres años.
Ambas noticias se conocieron mientras Japón intenta fijar un nuevo esquema de comportamientos por la pandemia, que ha infectado en este país a más de 16.000 personas y causado casi 800 muertos, y se prepara para poner fin al estado de alerta sanitaria vigente.
El BoJ había convocado el pasado martes la reunión extraordinaria de hoy, que había despertado gran expectación porque la última cita no regular se llevó a cabo hace nueve años, aunque ya se anticipaba que sus medidas estarían enfocadas en asistencia a las pymes.
En un comunicado dado a conocer por el instituto emisor, el BoJ informó de que había aprobado una inyección de fondos destinada a las pymes por valor de 30 billones de yenes (254.590 millones de euros/278.760 millones de dólares).
En la reunión previa que mantuvo el mes pasado el BoJ ya había anunciado que estudiaría un nuevo fondo con este objetivo, como parte de las medidas anunciadas por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, para potenciar la actividad económica ante el impacto de la covid-19.
Caída del PIB japonés
Ese impacto tuvo un primer indicador este mismo lunes, cuando el Gobierno anunció que el producto interno bruto (PIB) cayó un 0,9 % en el primer trimestre de este año respecto al trimestre anterior, aunque los analistas anticipan que el segundo será mucho peor.
El dinero que canalizará el BoJ a través de las instituciones financieras estará "libre de intereses", según el comunicado oficial, apoyándose en el hecho de que en Japón los tipos de interés de referencia están en negativo desde 2016 (-0,1 %).
Pero, como una medida adicional para fomentar estas políticas, el BoJ no sólo no cobrará un centavo a los bancos comerciales por los préstamos que otorguen a las pymes, sino que pagará un 0,1 % por los fondos concedidos, compensado en los balances que tienen en el BoJ.
Aparte de esta nueva medida, el BoJ mantuvo otro pilar de su medida de estímulo económico, la compra de deuda corporativa, y las facilidades que está dando con asistencia financiera colateral a los préstamos privados.
Estas tres medidas, anunció hoy el BoJ, estarán vigentes hasta marzo de 2021, gracias a una extensión adicional de seis meses adoptada este viernes por el instituto central.
"Gracias a estas medidas, el BoJ continuará apoyando financieramente a las compañías y mantendrá la estabilidad en los mercados financieros", prometió el banco central nipón, a la vez que advirtió de que "no dudará" en adoptar otros pasos si son necesarios.
El BoJ se ha fijado como uno de sus objetivos buscar una inflación en Japón del 2 %, pero esa política tuvo un traspié hoy al conocerse que en abril el índice de precios al consumo (IPC) anotó una variación negativa del 0,2 % respecto al mismo mes de 2019.
Se trata del primer retroceso del IPC en tres años y cuatro mes, y contrasta con +0,4 % anotado en marzo, cuando Japón aún no había entrado en las medidas especiales del estado de emergencia por el coronavirus que están limitando las actividades económicas.
El anuncio del BoJ y el IPC se conocen mientras el Gobierno de Abe está levantando progresivamente el estado de alerta sanitaria vigente desde el 7 de abril pasado, primero a una serie de regiones y luego extendido a todo el país.
A partir de las decisiones de este jueves, sólo quedan bajo esas medidas excepcionales Tokio y las prefecturas que rodean al área metropolitana, además de Hokkaido (norte), y es posible que, según distintas versiones, desde el próximo lunes quede levantado totalmente el estado de emergencia sanitaria.
Si es así, Japón podrá ir recuperando progresivamente su ritmo económico, aunque con el temor de que surja un repunte en los contagios que obligue al Gobierno de Abe a repensar sus políticas para combatir la pandemia.