La Justicia francesa ha comenzado a tomar declaración a los miembros del autodenominado Comité Internacional de Verificación (CIV) que ayer ejercieron de supervisores en la entrega de armas de ETA a las autoridades galas en varias localidades del suroeste de ese país.
Fuentes cercanas a la investigación han confirmado a Efe que los jueces están tomando declaración como testigos a los participantes en la entrega de las localizaciones de los zulos se escondían las armas a las autoridades francesas. Los integrantes del CIV comunicaron a la Fiscalía de Bayona (Francia) la localización de ocho depósitos de armas que contienen alrededor de 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivo, municiones y detonadores.
Los listados hallados en los zulos incluyen balas, revólveres, pistolas, detonadores industriales, temporizadores, así como explosivos y productos químicos como pentrita, pentolita, polvo de aluminio, nitrometano, amonal y ácido sulfúrico. Precisamente para conocer la información sobre estas armas el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco abrió el pasado viernes diligencias, a petición de la Fiscalía, para cursar una comisión rogatoria a Francia.
El objetivo de la Fiscalía es conocer el material entregado para determinar si alguna de las armas forma parte de algún procedimiento contra la banda terrorista. No obstante, las fuerzas de seguridad tienen pocas esperanzas de que las armas entregadas por ETA sirvan para arrojar luz sobre los 224 atentados de la banda que quedan sin resolver, al entender que seguramente estarán "limpias" de pruebas y muchas de las usadas en esas acciones ni siquiera se habrán facilitado a los "mediadores".