La sociedad europea ha vivido un no parar de revulsivos políticos a lo largo del 2016 y aún quedan pendientes algunos que seguirán asomando la cabeza en el 2017, como las elecciones en Holanda, Francia y Alemania o sin ir más lejos, la organización del nuevo Gobierno en España.
La desconfianza por parte de la sociedad europea, como consecuencia del caos político, ha provocado que afecte al estado de bienestar y a la calidad de vida de la sociedad. Las urnas han sido la vía de escape para una sociedad que mediante sus votos -o con la ausencia de ellos-, han manifestado su sentimiento de inconformidad y de falta de unión.
Uno de los principales motivos que alegan al malestar dentro del panorama político, es debido a la recesión económica y a sus consecuencias, según un estudio de Kantar que analiza las opiniones de los europeos en en 2016 para comprender el impacto de los temores sobre la ausencia de la calidad de vida.
Según declara para Vozpópuli Edouard Lecerrf, director de análisis global de Kantar: "Los indicadores de tensión dentro de la UE alcanzan niveles cercanos a la alerta roja en los últimos años. Los europeos siguen viendo el desempleo como el principal problema que enfrenta su país o desde una perspectiva más personal, les preocupa más el coste de vida".
Dos tercios de los europeos afirman que la situación laboral es mala en su país -el 65%- y casi todos los Estados miembros comparten esta visión negativa, especialmente en Grecia, con el 99%, España con un 96% o Francia y Portugal con el 90%, países afectados por la crisis económica.
Los motivos que alegan para declarar esta afirmación se basa, especialmente, en que no confían en sus Gobiernos, sólo uno de cada 7 habitantes se muestra complaciente con el mismo. Un escaso 33% de los europeos confía en la Unión Europea y en España sólo el 32%.
Una solución a la inconformidad de la sociedad ante la realidad política, es la de limitar el número de mandatos de los presidentes del Gobierno y así, dejar paso a nuevas estrategias políticas. Ocho de cada diez españoles -un 77%- son partidarios de esta limitación. Incluso los votantes por segmentos electorales, también apoyan esta teoría, con un 80% en el caso del PP, Podemos con un 84%, Ciudadanos con un 83% y PSOE con un 66%.
Estado de bienestar y calidad de vida
Las consecuencias de esta inestabilidad política y económica de los últimos años ha provocado que la calidad de vida y el estado de bienestar de la sociedad se vea afectado. El 57% de los europeos ha perdido la confianza en el futuro, según Kantar.
Este pesimismo también está teñido de nostalgia: el 55% de los europeos está de acuerdo en que la calidad de vida "era mejor antes". Esta proporción es la más alta, el 75%, entre los que tienen más dificultades financieras.
Los resultados del INE sobre la calidad de vida revela que la satisfacción con la vida es mayor en la personas con los ingresos por hogar más altos y con el nivel de formación más elevado. Así, el 77% de estas personas valoran con un 7 sobre 10 su satisfacción y solo el 4,6% da una valoración de cuatro o menos puntos.
Datos del INE en 2015 recogía que la sociedad se encontraba especialmente satisfecha, con un 72%, con la vivienda seguido de su situación laboral con un 63%. Por el contrario y tal y como venimos contando, con un 65% se sitúa el aspecto con el que menos satisfecho se encuentran: el sistema judicial.
A continuación, los resultados por diferentes temáticas, siendo del 0 al 4 nada satisfecho, del 5-6 medio satisfecho y del 7 al 10 muy satisfecho.
Por el momento, a pesar del caos político, la sociedad europea sigue sintiéndose orgullosa de pertenecer a ella, con una valoración de 6,8 sobre 10, según resultados del 2016 de Eurostat.
