El Ministerio Público de Honduras ha confirmado la muerte de al menos 41 mujeres tras una reyerta ocurrida el martes en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas). "Inicialmente se nos había proporcionado el número de 25 personas, pero nos dijeron que ese era un número preliminar. Ahora los equipos de Medicina Forense nos dan otra cifra preliminar, (...) nos hablan de 41 personas", afirmó el portavoz del Ministerio Público, Yuri Mora, en declaraciones recogidas por el diario Tiempo.
La reyerta estalló presuntamente entre presas de la Mara Salvatrucha (MS-13) y de la Pandilla 18. Según informaciones preliminares, un grupo de integrantes de la Pandilla 18 comenzó a disparar y después prendieron fuego a varios módulos de la cárcel. Las víctimas son todas mujeres, y oscilan entre los 20 y los 60 años de edad
Mora aseguró que aún se debe hacer un listado de personas heridas, pues "un gran número de reclusas se encuentran hospitalizadas" en el Hospital Escuela.
"No vamos a tolerar actos vandálicos ni tampoco irregularidades en esta cárcel. Se autoriza intervención inmediata con acompañamiento de bomberos, Policía Nacional y militares. Se declara emergencia", indicó en su perfil oficial de Twitter la viceministra de Seguridad de Honduras, Julissa Villanueva.
Por su parte, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, ha convocado a las autoridades para que "rindan cuentas" por el incidente, prometiendo que tomará "medidas drásticas".
Las autoridades hondureñas anunciaron el pasado 18 de abril un conjunto de medidas para poner orden en las cárceles del país que implican el bloqueo de llamadas de móviles, un desarme real de los presos y la clasificación de los reos por peligrosidad. Desde abril, una decena de tiroteos o enfrentamientos se han registrado en las cárceles de Honduras, donde impera la sobrepoblación y el hacinamiento, la falta de instalaciones físicas adecuadas y seguras para el alojamiento de los reclusos, y las condiciones de higiene y salubridad son deplorables.