La reina Isabel II y la familia real española siempre han tenido una "estrecha relación" y "amistad", tal y como el rey Felipe VI señaló en la primera visita de Estado que realizaron él y su esposa, la reina Letizia, ya como reyes de España en julio de 2017.
Siempre han mantenido una buena relación y continuada en el tiempo, que comenzó primero con el rey juan Carlos I y su esposa, la reina Sofía, y después con Felipe de Borbón y Letizia Ortiz.
Aunque sus apariciones juntos se han limitado a los actos oficiales, se han visto en algunas de las celebraciones familiares más relevantes de los Windsor como funerales o bodas, como fue la del príncipe Guillermo (Willy) y Kate Middleton, duques de Cambridge. Sin embargo, el rey Felipe y la reina Letizia no estuvieron presentes en la ceremonia del príncipe Harry y Meghan Markle, los duques de Sussex.
Además de esta buena amistad, las dos monarquías, la británica y la española, que son las más antiguas de Europa, están unidos por lazos familiares ya que todos descienden de la reina Victoria de Inglaterra, como te contamos más adelante.
La reina Isabel II unida por lazos familiares a los reyes de España
La familia real española y la familia real británica forman parte de los llamados "primos reales" porque, al igual, que la mayoría de la realeza europea descienden de la reina Victoria, cuyos nueve hijos enlazaron a todas las familias reinantes a finales del siglo XIX y principios del XX. De ahí que a la soberana se la considera “la abuela de Europa” por la vasta genealogía que dejó.
La princesa Victoria Eugenia de Battenberg, esposa de Alfonso XIII, fue la abuela del rey Juan Carlos I, y su primo Eduardo VII, lo fue de reina Isabel II.
Por su parte, Felipe de Edimburgo, también Battenberg, por parte de su madre Alicia, nacido en Grecia, era hijo del príncipe Andrés de Grecia y tío segundo de la reina Sofía; mientras que la reina Federica de Grecia, que de soltera era Hannover, estaba emparentada con la familia real británica, a través de su abuelo el emperador (kaiser) Guillermo II, fue el bisabuelo de la que sería reina de España y abuelo de Felipe de Edimburgo. Además, Jorge I era abuelo de quien fue príncipe de Grecia y Dinamarca hasta que contrajo matrimonio con Isabel II y, a su vez, bisabuelo de Sofía.
En 1975, Felipe de Edimburgo tuvo un bonito gesto con su pariente, se desplazó a Madrid para acompañarle el 22 de noviembre de 1975, el día de su proclamación como rey de España.
En 1986, el rey Juan Carlos y la reina Sofía viajaron a Reino Unido, siendo esta era la primera visita oficial de un rey español al Reino Unido en más de un siglo. La reina de Inglaterra les alojó en el castillo de Windsor. Además, la Reina británica impuso al rey Juan Carlos el collar de la reina Victoria.
Este viaje llevó a que dos años más tarde, en 1988, Isabel II y su Felipe de Edimburgo realizaran su único viaje oficial a España. Los monarcas británicos en este viaje conocieron varias ciudades españolas –Sevilla, Palma de Mallorca, Barcelona– e incluso disfrutaron de un espectáculo flamenco. En honor de Isabel II se ofreció una cena de gala en el Palacio Real de Madrid.
El incidente diplomático que se interpuso en la relación entre España y Gran Bretaña
Sin embargo, Juan Carlos I y Sofía no acudieron a la boda del príncipe Carlos y la princesa Diana (Lady Di), que se celebró el 29 de julio de 1981, por un conflicto con Gibraltar de los gobiernos de España y Gran Bretaña.
El gobierno británico obligó a la pareja a iniciar su luna de miel en Gibraltar lo que provocó el enfado de la Casa Real española e impidió que los reyes de España pudieran acudir al enlace. Este fue el único un incidente diplomático que se interpuso en la relación entre las dos familias.
Tras ello, el rey Juan Carlos trató de recomponer las relaciones institucionales entre los dos países e invitó a Carlos y Diana de Gales al palacio de Marivent, en Palma de Mallorca, durante varios veranos. Las buenas relaciones y la complicidad existente propiciaron el primer viaje de Estado de los Reyes a Gran Bretaña en 1986, de Juan Carlos de Borbón y Sofía, después que se produjera la visita de Estado de Isabel II a España, en 1988, según recoge 'La Vanguardia'.
Gibraltar: el único motivo de desavenencia entre las familias reales
Tras este viaje se produjeron muchos más encuentros y el rey Juan Carlos llegó a presentar a la soberana ante los periodistas españoles como su "prima Lilibet", un comentario que provocó las risas de Isabel II.
Dos años después, la reina Isabel y Felipe de Edimburgo, hicieron un viaje de Estado a España y visitaron Madrid, Barcelona y Sevilla. Al final, recalaron en Mallorca y el rey Juan Carlos los llevó a pasear por la isla balear y consiguió que Isabel II comiera en un restaurante por primera vez en su vida.
Años después, en 2012, se produjo otro conflicto entre los gobiernos de España y Gran Bretaña por Gibraltar que impidió la presencia de la reina Sofía en los actos por el 60º aniversario de la proclamación de Isabel II. Meses después, se produjo un encuentro privado entre la madre del Rey y su prima Lilibeth. Tomaron el té juntas en el castillo de Windsor lo que desveló que anteriormente ya se habían producido otras visitas.
Los reyes Felipe y Letizia se dirigían a la reina Isabel II como "la tía Lilibeth"
En julio de 2017 se produjo la visita de Estado de los reyes Felipe y Letizia. Isabel II les alojó en el palacio de Buckingham, haciendo alarde de la buena relación que existe entre ellos.
Antes de los actos oficiales, desayunaban juntos y no faltó la mermelada amarga hecha con naranjas de los Reales Alcázares de Sevilla. Fue entonces cuando se desveló que todos los años desde Sevilla se enviaba al palacio este producto.
Durante esta visita de Estado, los Reyes de España y la Reina de Inglaterra se mostraron muy cómplices y afectuosos.
Los Reyes de España regresaron al Reino Unido en 2019, en esta ocasión para que Felipe de Borbón recibiera de manos de Isabel II la Orden de la Jarretera.
Esta buena relación volvió a quedar reflejada cuando murió el duque de Edimburgo, marido de Isabel II, a los 99 años de edad el 9 de abril de 2021, los reyes de España se refirieron a ella cariñosamente con un "querida tía Lilibeth". Con estas palabras comenzaron el telegrama en el que le dieron su pésame a la Reina de Inglaterra tras la muerte de Felipe de Edimburgo, "el querido tío Philip".
El telegrama íntegro decía así: "Querida tía Lilibeth: Hemos sentido una profunda tristeza al recibir la noticia del fallecimiento de nuestro querido tío Philip. En estos momentos dolorosos, queremos trasladaros nuestras más sentidas condolencias en nombre del Gobierno y del pueblo español, así como también toda nuestra cercanía y apoyo".
"Nunca olvidaremos las ocasiones que pudimos compartir con él ni el legado de servicio y dedicación a la Corona y al Reino Unido que siempre desempeñó a vuestro lado. Nuestros pensamientos y oraciones están con vuestra Majestad y con toda la familia. Con todo nuestro cariño y afecto, Felipe y Letizia".