<<¡Cataluña no es España! La victoria este fin de semana de los partidos independentistas catalanes ha reforzado la idea que desde hace tiempo corea el Camp Nou y ha allanado el camino para convocar un referéndum secesionista que desafía a la Constitución Española y al propio Mariano Rajoy>>.
El diario estadounidense ‘The New York Times’ es el último medio internacional en dedicar un artículo al auge de las ideas independentistas, bajo el título de ‘Scottexalonia’ (en inglés, nombre compuesto por Escocia, Texas y Cataluña).
Según el periódico, la mayoría de los ciudadanos catalanes no quieren seguir formando parte de España. “La crisis de la Eurozona ha agudizado el habitual resentimiento catalán respecto a los impuestos que se pagan a Madrid y ha fomentado el nacionalismo en la región más potente de toda España”.
Para ejemplificar hasta qué punto es grave la crisis en España, el autor recurre a una anécdota: “Después de que Rajoy dijera en junio que España no es Uganda, el ministro de Exteriores ugandés no tardó en replicar que Uganda tampoco quiere ser España”.
Y es que, las comparaciones son odiosas: Elena Salgado señaló en 2010 que "España no era Grecia"; claramente irritado, el entonces ministro de Finanzas griego declaró que "Grecia no es Irlanda"; el ex ministro de Finanzas irlandés replicó entonces que "Irlanda no se encuentra en territorio griego" y el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico concluyó que "ni España ni Portugal son Irlanda".
“La gente está aburrida y molesta porque no tiene trabajo. Ahora que la religión está muriendo necesitan creer en algo"
Ciberglobales pero hiperlocales
“La crisis del euro es también una crisis geográfica”, asegura el artículo. “La gente está aburrida y molesta porque no puede encontrar trabajo. Quieren crear nuevas fronteras, sobre todo desde que la guerra se ha convertido en una opción muy remota”. Para el NYT, la culpa del independentismo en Cataluña o Escocia –que espera un Referéndum para 2014- es de la globalización, el mundo cibernético y “todas aquellas fuerzas que se burlan del concepto ‘nación-estado’ y abogan por un gobierno global”.
Al otro lado del Atlántico se observan tendencias similares, concretamente en el estado de Texas, donde el debate secesionista también va en aumento. “Como las dificultades económicas aumentan, también lo hacen los sentimientos tribales, y los tejanos presumen de tener mejor economía que Australia”.
Resumiendo, “quieren ser <<ciberglobales>> a la par que <<hiperlocales>>, ser ciudadanos del mundo con pasaportes de microestados”, ironiza el artículo de NYT. Y es que, como dice el literato Tom Wolfe, “ahora que la religión está muriendo la gente necesita creer en algo”.
“La lujuria y el amor han contribuido al mestizaje de las tribus catalanas, escocesas y tejanas”
El sentimiento nacionalista es un anacronismo
El periodista recuerda que “la inmigración, la lujuria y el amor” han contribuido al mestizaje de las “tribus catalanas, escocesas y tejanas”, por lo que hablar hoy en día de multiplicar las fronteras “es, en esencia, un anacronismo”.
El artículo considera que la crisis del Euro se percibe como una crisis del abuso de la soberanía compartida. “El resentimiento económico se traduce en un resurgir de la identidad cultural nacional y los independentistas siempre surgen en tiempos difíciles”. No obstante, tienen todas las de perder a nivel político y financiero, por lo que el artículo sospecha que, “exceptuando quizá a Kósovo y Quebec, Scottexalonia se rendirá finalmente a la idea de que la unión hace la fuerza”.