El Alto Representante para la Alianza de Civilizaciones de Naciones Unidas (Unaoc), Miguel Ángel Moratinos, condenó todos los atentados terroristas perpetrados contra lugares de culto que tuvieron lugar en 2021.
Moratinos recordó el Plan de Acción de Naciones Unidas para la Salvaguarda de los Lugares de Culto, elaborado por Unaoc, y pidió a todos los gobiernos y a las partes interesadas pertinentes que apoyen la aplicación del plan para garantizar la seguridad de los lugares de culto y de los fieles.
En su calidad de centro de coordinación para la aplicación del Plan de Acción de Naciones Unidas para la Salvaguarda de los Lugares de Culto, Unaoc vigila los ataques contra lugares religiosos en todo el mundo.
Entre los ataques más relevantes perpetrados en 2021 se encuentran el que se produjo contra la Iglesia Ortodoxa Rumana de Jerusalén y el incendio de una iglesia durante un asalto en la provincia de Ituri, al noreste de la República Democrática del Congo, donde al menos 13 personas murieron, ambos en febrero, y el atentado suicida con bomba en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús de Makassar (Indonesia) que hirió al menos a 19 personas cuando los fieles terminaban una misa con motivo del Domingo de Ramos, en marzo.
En mayo hubo violentos enfrentamientos en la mezquita de Al-Aqsa y sus alrededores en la última semana del Ramadán que provocaron cientos de heridos y hospitalizaciones y una violenta explosión en una mezquita cerca de Kabul (Afganistán) que causó al menos 12 víctimas, entre ellas un imán.
Actos de terror
Posteriormente, en octubre, una explosión en el exterior de una mezquita en el centro de Kabul, en Afganistán, mató al menos a tres personas y un atentado con bomba contra una mezquita chiíta en la ciudad de Kunduz, al norte de Afganistán, causó la muerte de al menos 50 personas durante la oración del viernes. Además, decenas resultaron heridas. Fue el atentado más mortífero desde que las fuerzas internacionales abandonaron Afganistán en el verano de 2021.
El Alto Representante subrayó que todas las formas de violencia y los actos de terror contra los civiles y los lugares de culto en base a su religión o sus creencias son “intolerables e injustificables”.
Asimismo, reiteró que los lugares de culto son lugares sagrados donde los fieles deben poder practicar su fe con seguridad y libertad y expresó sus condolencias a los familiares y allegados de las víctimas.