La agencia espacial de Estados Unidos (NASA) retrasará a 2025 la misión tripulada Artemis II, que debe sobrevolar la Luna, y a septiembre de 2026 la misión Artemis III, que enviará astronautas a la Luna.
En una rueda de prensa telefónica, el administrador de la NASA, Bill Nelson, ha dicho este martes que la seguridad de la tripulación es su "mayor prioridad" y que las misiones de Artemis necesitan "más tiempo" para estar preparadas. "Quiero anunciarles que estamos ajustando nuestro cronograma para enviar Artemis II en septiembre de 2025, y para septiembre de 2026 a Artemis III", explicó Nelson.
Artemis II, misión que estaba inicialmente prevista para noviembre de este año, debe hacer sobrevolar la Luna a cuatro astronautas a bordo de la nave espacial Orión de la NASA.
Artemis II debe servir de antesala de Artemis III, inicialmente prevista para 2025 y con la que la NASA pretende enviar a la primera mujer y al primer afroamericano que pisen la Luna.
Nelson explicó en la rueda de prensa que el cambio en el cronograma no alterará la misión Artemis IV, un segundo alunizaje que sigue estando previsto para septiembre de 2028.
El programa Artemis arrancó en 2022 con el sobrevuelo de la Luna por parte de una misión no tripulada. El administrador de la NASA dijo que se ha entrado en una "era dorada" de la exploración espacial, que abre la puerta a la exploración de Marte y a desvelar los "secretos" de la formación del sistema solar.
El regreso de la carrera espacial
Las misiones Artemis suponen un hito para la exploración espacial, pues suponen la vuelta de los humanos a la Luna desde los años 70. Durante la carrera espacial, en la que competían los EEUU y la URSS, la conquista del satélite se convirtió en la máxima prioridad para demostrar fortaleza en este ámbito. Después de lograrlo, las potencias dejaron de lado la obsesión por la Luna.
Ahora, más de cincuenta décadas después, el programa Artemis -cuyo tratado han firmado numerosos países, entre ellos, España- pretende llevar de nuevo humanos al satélite para establecer una base fija en él. De hecho, en la última misión Artemis, la Agencia Espacial Europea (ESA) tiene reservadas plazas para astronautas europeos, y uno de ellos podría ser el español Pablo Álvarez.
Una vez conseguido esto, se sucederán los entrenamientos y las misiones como preludio para la próxima gran conquista: Marte.