El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy ha mantenido ante los magistrados que le investigan por la financiación de su campaña presidencial en 2007 que él no recibió fondos del régimen libio entonces liderado por el coronel Muamar Gadafi y ha denunciado que desde que ha sido acusado en este caso vive un "infierno".
"Desde el 11 de marzo de 2011, vivo un infierno por esta calumnia", afirmó el exmandatario galo, en su declaración de este miércoles ante los magistrados que le investigan por financiación irregular de su campaña presidencial, según desvela el diario local 'Le Figaro'.
Ante los jueces, Sarkozy negó que recibiera fondos del régimen de Muamar Gadafi y se reivindicó como el impulsor del "mandato de la ONU" para la operación de exclusión aérea que contribuyó a la caída del dictador libio. "Sin mi compromiso político, este régimen probablemente seguiría en el poder", aseveró.
El expresidente galó ha atribuido las acusaciones que pesan en su contra a una campaña de "calumnia" dirigida por miembros del régimen libio y del entorno del fallecido Gadafi, que murió a finales de 2011 a manos de rebeldes.
Sarkozy subrayó que no existen pruebas en su contra para demostrar esos pagos, que él asegura que nunca recibió, y recalcó que nunca llegó a reunirse con Ziad Takieddine, el intermediario que mantiene que él mismo llegó a Francia con dinero en efectivo para la campaña presidencial de Sarkozy.
El exmandatario hizo hincapié en su comparecencia ante los magistrados en que Takieddine no ha hecho más que decir "mentiras" para perjudicarle y ha negado todo el relato de hechos que mantiene este supuesto intermediario libio. "Todas las investigaciones demuestran que nunca he estado cerca del señor. Takieddine. Él mismo declaró que nunca le había recibido en el Elíseo", argumentó.
"Los hechos de los que soy sospechoso son graves, soy consciente de ello. Pero como no dejo de proclamar con la mayor constancia total y la mayor energía, si se trata de una manipulación del dictador Gadafi o de su banda o de sus subordinados, entre los que se encuentra de forma evidente Takieddine, pido a los magistrados que midan la profundidad, la gravedad, la violencia y la injusticia que voy a sufrir", señaló.
Tras argumentar que él ya "ha pagado mucho" por este caso, Sarkozy recordó que perdió las elecciones presidenciales de 2012 y, posteriormente, las primarias de su partido, después de que Takieddine le acusara "tres días antes del debate más importante" de haber recibido dinero en efectivo del régimen libio. "Desde el 11 de marzo de 2011, vivo un infierno por esta calumnia", afirmó.