La OTAN envió este miércoles por escrito a Rusia las respuestas a las propuestas de Moscú para modificar el panorama de seguridad europea, que incluían la exigencia de que la Alianza no siga aceptando nuevos países como miembros. "Hoy la OTAN ha transmitido sus propuestas por escrito a Rusia. Lo hemos hecho en paralelo a Estados Unidos", declaró el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, durante una rueda de prensa.
Stoltenberg reconoció que las tensiones están creciendo y que Rusia sigue con la acumulación militar, con más tropas en los alrededores de Ucrania, también en Bielorrusia, donde "está en el proceso de desplegar miles de tropas de combate, cientos de aviones, sistemas de defensa aérea S400 y otras muchas capacidades muy avanzadas”, lo cual se hace “bajo el disfraz de un ejercicio”.
“Si bien esperamos y trabajamos para una solución buena, la desescalada, también nos preparamos para lo peor y, por tanto, en paralelo con nuestros esfuerzos en la vía del diálogo, también estamos incrementando la preparación de nuestras fuerzas y los aliados de la OTAN también han incrementado la presencia, incluido en las regiones del mar Negro y Báltico, con más barcos y aviones”, expuso Stoltenberg, y precisó que ese aumento busca supervisar el desarrollo de los acontecimientos en torno a Ucrania, pero también proporcionar “tranquilidad” a los aliados. Así, añadió que “hace algunas semanas” se incrementó la preparación de la Fuerza de Respuesta de la OTAN y que su elemento principal, la Fuerza de Reacción Rápida formada por 5.000 soldados, puede desplegarse “en días”, mientras que otras tropas adicionales pueden desplegarse “en un corto plazo”.
Stoltenberg dijo que en las respuestas escritas se ha dejado “claro” a Rusia que la Alianza no va a “comprometer algunos de sus principios centrales”, incluido “que toda nación tiene derecho a elegir su propio camino”, en referencia a la posibilidad de que Ucrania u otros países pidan entrar en la OTAN. En ese sentido, recordó que las decisiones sobre la entrada de nuevos países las toman el propio Estado interesado y los 30 aliados.
Relaciones
El secretario general aliado aseguró que la OTAN ve espacio para el progreso, en primer lugar, en las relaciones entre la Alianza y el Kremlin, después de que el año pasado Rusia cerrara su delegación en la OTAN y las oficinas aliadas en Moscú. “Deberíamos restablecer nuestras respectivas oficinas en Bruselas y Moscú”, dijo, e instó también a usar los canales de comunicación militar existentes “para promover la transparencia y reducir los riesgos”, así como a explorar el establecimiento de una línea telefónica civil para “uso de emergencia”.
En segundo lugar, sobre la situación de la seguridad de Europa y la tensión en Ucrania, Stoltenberg comunicó que los aliados están preparados para “escuchar las preocupaciones de Rusia e implicarse en una conversación real sobre cómo mejorar y fortalecer los principios fundamentales de la seguridad europea que todos hemos suscrito”. “Esto incluye el derecho de cada nación a elegir sus propios arreglos de seguridad. Rusia debería abstenerse de llevar a cabo un posicionamiento de la fuerza coercitivo, retórica agresiva y actividades malignas dirigidas contra los aliados y otras naciones. Rusia también debería retirar sus fuerzas de Ucrania, Georgia y Moldavia, donde están desplegadas sin el consentimiento de estos países”, comentó.
En cuanto a la reducción de riesgos y el control de armas, la OTAN propone sesiones informativas “mutuas” sobre ejercicios y políticas nucleares en el Consejo OTAN-Rusia, el principal órgano de encuentro de las dos partes. También plantea modernizar el Documento de Viena sobre medidas destinadas a fomentar la confianza y la seguridad, trabajar para reducir las amenazas en el espacio y el ciberespacio, mantener consultas sobre los modos de evitar incidentes en el aire y el mar y volver a comprometerse con el total cumplimiento de los compromisos internacionales sobre armas químicas y biológicas. Igualmente, Stoltenberg apostó por “una conversación seria sobre el control de armas”.
Preguntado por si teme que Rusia utilice las respuestas escritas como pretexto para invadir Ucrania, el secretario general respondió que se decidió enviar la misiva a Moscú porque la Alianza “se toma muy en serio los esfuerzos para intentar hacer progresos” en el diálogo con el Kremlin. Resaltó que poner las respuestas por escrito también permite “ser más específico” y entrar “en detalles”. “No es un secreto que estamos muy distanciados y hay algunas diferencias serias entre la OTAN y Rusia, pero al mismo tiempo, eso hace incluso más importante mirar las propuestas, escuchar de forma recíproca a nuestras preocupaciones e intentar identificar soluciones políticas que podemos acordar para evitar un nuevo conflicto armado en Europa”, expuso, y dijo que aún es posible una solución política. De todas formas, insistió en que el uso de la fuerza contra Ucrania tendrá “graves consecuencias”, incluidas sanciones.