El Papa ha reconocido en Irlanda - la zona cero de los abusos sexuales en el Iglesia, con cerca de 25.000 menores afectados - el fracaso de la institución en afrontar adecuadamente lo que denominó "crímenes repugnantes de los abusos" a menores y pidió esfuerzo para adoptar normas severas y que no se vuelvan a repetir.
Así lo afirmó Francisco en el discurso a las autoridades al comienzo de su visita de dos jornadas a Irlanda, adonde llegó este sábado para participar en el Encuentro Mundial de las Familias.
"No puedo dejar de reconocer el grave escándalo causado en Irlanda por los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia encargados de protegerlos y educarlos", aseveró este sábado.