Triunfa la idea de que el gobierno, cualquier gobierno, es enemigo del pueblo, está al servicio de oscuros poderes económicos, hay que prevenirse contra él, hay que hacer lo contrario de lo que dice y, esto sobre todo, no tiene derecho a intervenir en la libertad de decisión de cada cual, que es muy libre de vacunarse o no

La gente, con lo cursi ya tan interiorizado, identifica las poses del presidente con el programa de gobierno y sus actos ejecutivos, que es lo que se quería. En las próximas elecciones lo votarán de cuerpo entero