El Gobierno polaco decidió este martes aumentar su presencia militar en la frontera con Bielorrusia ante la acumulación de grupos de migrantes en la zona. Además, se prepara para nuevos incidentes y ha prohibido el tráfico terrestre en el área hasta nuevo aviso. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, declaró este martes que "sellar la frontera" está "en el interés nacional" de Polonia" y añadió que "también la estabilidad y la seguridad de toda la Unión Europea (UE) están amenazadas". "No nos dejaremos intimidar y defenderemos la paz en Europa con nuestros socios de la OTAN y la UE", aseguró.
Durante la noche del lunes, miles de migrantes se acumularon frente a la valla que delimita la frontera polaco-bielorrusa en el área de Kuznica y, cuando intentaron derribarla, las fuerzas fronterizas polacas les rechazaron con cañones de agua. Todo después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llamara este lunes a la UE a agilizar la ampliación del régimen de sanciones contra Bielorrusia en respuesta a su "ataque híbrido" facilitando el paso irregular de miles de migrantes hacia Polonia; y ha apuntado entre los posibles objetivos las aerolíneas de terceros países que mantienen rutas con Minsk.
Varsovia ha anunciado que ampliará las fuerzas militares destacadas en la frontera, que actualmente suman 12.000 efectivos, y se ha ordenado la movilización urgente de dos batallones en la provincia de Podlasia (este), una de las tres regiones polacas que permanecen en estado de emergencia desde el 2 de septiembre. Asimismo, se ha trasladado allí a fuerzas policiales de varias ciudades, como Poznan, Gdansk y Lódz, para que colaboren en las tareas de vigilancia.
Grabaciones
En grabaciones difundidas por el Gobierno polaco y la Guardia de Fronteras se puede ver a cientos de migrantes acampados y deambulando a lo largo de la valla fronteriza durante la noche del lunes.
En uno de los vídeos se aprecian disparos desde el lado bielorruso, lo que en opinión del general Waldemar Skrzypczak, "pueden ser ejecuciones" de migrantes para forzarles a mantenerse en la frontera polaca, pues, según dijo "los bielorrusos son capaces de cualquier cosa".
Por su parte, otro alto oficial polaco, el general Roman Polko, aseguró el lunes tener constancia de que entre los migrantes hay personas "que muestran signos de pertenecer al servicio secreto bielorruso" y aseguró que las autoridades de Minsk proporcionan a los refugiados "números de teléfono de periodistas y organizaciones polacas" para coordinar sus infiltraciones y que "usan a los niños para provocar empatía".
La presidenta del Parlamento polaco, Elzbieta Witek, que ha programado una sesión extraordinaria para discutir este martes la situación, aseguró que su Gobierno "está preparado para cualquier escenario".
Desde la pasada primavera se ha multiplicado el número de intentos de entrada ilegal en Polonia desde Bielorrusia y tanto Polonia como la UE consideran que esto es el resultado de un plan de Aleksander Lukashenko para desestabilizar a Europa.