El presidente del grupo popular europeo, el alemán Manfred Weber, ha asegurado que su grupo no puede "dar la bienvenida a un embajador de Estados Unidos que quiere ver el fin de la Unión Europea", al tiempo que ha criticado que Trump "quiere una Europa débil y dividida".
"No se puede acreditar a esta persona. No podemos trabajar con alguien así", ha dicho el eurodiputado alemán, respaldando así la petición de los socialistas, durante el debate de urgencia convocado en el pleno de la Eurocámara para discutir el polémico decreto ejecutivo de Trump que veta la entrada de los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, algo que han censurado todos los grupos, salvo los euroescépticos de Nigel Farage y el grupo de Marine Le Pen.
Weber ha pedido a los líderes europeos que "defiendan con firmeza" los valores europeos cuando se reúnan el viernes en La Valeta tras dejar claro que el veto a los países musulmanes "lleva al odio y la xenofobia" y envíen una "señal clara" a la Administración estadounidense, en línea con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que ayer consideró que las políticas de Trump son "una amenaza" para Europa.
El eurodiputado alemán del grupo de los Socialistas y Demócratas europeos (S&D), Jo Lienen, ha reclamado antes de que empezara el debate que la UE no acredite al embajador estadounidense "designado" dada su "hostilidad" hacia la UE y que se considere a Ted Malloch "persona non grata" en Bruselas.
Aunque la UE no requiere plácet para los embajadores, sí existe un proceso por el que los Estados miembros cuentan con un plazo de 30 días para rechazar una candidatura, a partir del momento en que esta se comunica al Servicio Europeo de Acción Exterior.
El presidente del S&D, el italiano Gianni Pittella, ha respaldado a Lienen y ha dicho que "si este embajador es nombrado no será bienvenido" y ha criticado que ya "antes" de ser nombrado haya ironizado de que viene a Bruselas "para destruir a la UE".
Pero el líder socialista ha ido más allá y ha considerado que "sería bueno" si los Gobiernos europeos llaman "a sus embajadores para consultas" desde Washington en señal de protesta por "lo que está ocurriendo", en alusión al veto a los países musulmanes, al tiempo que ha reclamado que Trump no sea "invitado" a Europa "hasta que esta cuestión se haya resuelto".
"Las puertas de Europa deben permanecer cerradas", ha insistido, tras dejar claro que la victoria de Trump "se está probando una pesadilla" y ha reclamado "no subestimar" la situación. "Hemos acabado con dictadores", ha alertado. También ha denunciado que el veto "es un ataque contra el derecho de asilo y el Estado de Derecho" y ha criticado que la lista de países se ha determinado en función de "con quien hace negocios Trump".
El eurodiputado del UKIP y ex líder del partido anti UE Nigel Farage, del grupo de la Europa de la Libertad y la Democracia Directa, ha ironizado que "vetar" a Malloch en la UE "sería algo raro" teniendo en cuenta que ni siquiera ha sido nombrado para el cargo y ha defendido las políticas de Trump, al que ha pedido invitar "aquí, a este Parlamento Europeo", apostando por "un diálogo abierto" con "el hombre más poderoso del mundo".
"Está haciendo aquello para lo que se le votó", ha defendido, tras criticar que "la naturaleza verdadera" del proyecto europeo es "genuinamente antiamericana".
En todo caso, ha defendido que el veto de Trump a los ciudadanos de mayoría musulmana busca "proteger" a Estados Unidos frente al terrorismo islamista y ha criticado que Europa en cambio "da la bienvenida a esta gente en sus casas", en alusión a los refugiados. Además, ha dejado claro que los siete países fueron "identificados por el presidente Obama por plantear una amenaza para Estados Unidos" y los puso bajo "vigilancia extrema".
TROLL A FARAGE
El eurodiputado laborista británico, Seb Dance, ha sido amonestado en el debate por mostrar un papel mientras estaba sentado detrás de Farage que leía "os está mintiendo".
Por su parte, el eurodiputado holandés Marcel De Graaff, del grupo de las Naciones y Libertades que lidera Marine Le Pen, ha instado a la UE a emular a Trump e imponer el veto "a muchos más" de los siete países que "son responsables de la ola de inmigrantes ilegales en la UE". "Trump ha dicho que la UE es un desastre y tiene razón", ha remachado.
El líder de los liberales y exprimer ministro belga, Guy Verhofstadt, ha avisado de que Trump "no puede ir contra los valores humanos" sólo porque haya sido elegido y ha denunciado que el veto es "pura discriminación" tras recordar que desde 1975 todos los terroristas que han atentado en Estados Unidos venían de Egipto, Arabia Saudí y Líbano.
"Ninguno está en la lista", ha ironizado, criticando que la medida "alienta el populismo y nacionalismo", al tiempo que ha vuelto a acusar a Farage de ser la "quinta columna" en la UE tras recordar que se ve "regularmente" con el asesor de Trump, Steve Bannon, que aspira a promover "un movimiento de centro derecha para eliminar a la Unión Europea". Y ha confiado en que los líderes apoyen a Tusk y "luchen contra esta panda de nacionalistas y populistas que nos quieren destruir".
El líder de los conservadores y reformistas, el eurodiputado 'tory, Syed Kamal, ha criticado las medidas "arbitrarias" de Trump en alusión al veto que "beneficia, sí al Estado Islámico" y cuyas consecuencias "no se han previsto" y "debilitan" la relación trasatlántica, aunque ha pedido tener "la mente tranquila" porque es mejor que haya "voces amigas para razonar que voces altas de cabreo".
MOGHERINI CRITICA LA ORDEN
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, ha celebrado la "clarificación" de la Administración de Trump de que los ciudadanos europeos con doble nacionalidad "no serán afectados por el veto".
"Pero esto no cambia nuestra evaluación general de la orden ejecutiva", ha avisado Mogherini, que ha dejado claro que la UE está "en desacuerdo" con ella.
"Seamos claros, la Unión Europea no rechazará a nadie que tenga el derecho a la protección internacional. No sería moral, o justo ni legal. Y no estaría en nuestro interés porque este tipo de medida tiene el potencial de aumentar las tensiones y la desconfianza entre poblaciones y países", ha avisado, al tiempo que ha vuelto a instar al presidente Trump a centrarse en "resolver" las "divisiones" en Estados Unidos, tanto a nivel institucional como en la sociedad de sus primeras medidas.
"Puede que hayamos perdida a un socio importante en algunas cuestiones pero esto hace que nuestro liderazgo sea incluso más importante, relevante e indispensable. En todo el mundo, la gente está mirando ahora a la UE", ha concluido, evitando en todo caso pronunciarse sobre el posible polémico nombramiento de Malloch.
La portavoz de los Verdes, Ska Keller, ha pedido a la UE que lidere en la defensa de los Derechos Humanos tras preguntarse "qué queda del sueño americano". "Combatamos a Trump, su ideología", ha agregado la presidenta del grupo de la Izquierda Europea, Gabi Zimmer.