El científico iraní, Mohsen Fajrizadé, considerado como el director del programa nuclear del país, ha sido asesinado este viernes en los alrededores de la capital, Teherán, según ha confirmado el Ministerio de Defensa de Irán.
"Elementos terroristas armados han atacado este viernes el vehículo en el que viajaba Mohsen Fajrizadé, director de la Organización de Investigación e Innovación del Ministerio de Defensa de Irán", ha señalado en un comunicado.
Así, ha manifestado que "durante el enfrentamiento entre su equipo de seguridad y los terroristas, Fajrizadé ha resultado herido de gravedad y ha sido trasladado al hospital". "Desafortunadamente, el equipo médico no ha tenido éxito y, hace unos minutos, el científico ha caído mártir tras años de esfuerzos y lucha", ha agregado.
El Ministerio ha condenado firmemente este "cobarde acto de terrorismo" y ha expresado sus condolencias a la familia del científico, tal y como ha recogido la agencia iraní de noticias Mehr.
Fajrizadé ha muerto tras un ataque en la localidad de Absard, ubicada en la provincia de Teherán, en el que se ha registrado al menos una explosión. Asimismo, los guardaespaldas del científico se habrían enfrentado a tiros a un grupo de asaltantes.
Según las informaciones recogidas por la agencia iraní de noticias FARS, el ataque habría sido ejecutado contra el vehículo en el que viajaba el científico y se habría saldado con la muerte de otras tres personas, que serían los atacantes.
El ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, ha afirmado a través de su cuenta en la red social Twitter que "terroristas han asesinado a un eminente científico iraní", sin mencionar directamente a Fajrizadé.
"Esta cobardía, con serias indicaciones sobre el papel de Israel, muestran el desesperado belicismo de los responsables", ha apuntado. "Irán pide a la comunidad internacional, y especialmente a la Unión Europea (UE), que ponga fin a su vergonzoso doble rasero y condene este acto de terrorismo de Estado", ha remachado.
Por su parte, Hosein Dehqan, asesor del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ha destacado que las autoridades iraníes "caerán como un rayo contra los asesinos del mártir Mohsen Fajrizadé". "Lamentarán lo que han hecho", ha agregado a través de Twitter.
"Los sionistas, en los últimos días de su arriesgado aliado, están haciendo todos los esfuerzos para provocar una guerra a gran escala poniendo presión sobre Irán", ha argumentado, en referencia a Israel y al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que abandonará la Casa Blanca el 20 de enero tras su derrota en las presidenciales del 3 de noviembre.
Durante los últimos días, medios internacionales han informado sobre posibles planes de Washington para llevar a cabo un ataque en Irán. El propio Trump preguntó recientemente a sus asesores de Seguridad Nacional sobre la posibilidad de un ataque aéreo contra instalaciones nucleares iraníes, según 'The New York Times'.
La figura de Fajrizadé
Fajrizadé, un profesor de física y oficial de la Guardia Revolucionaria iraní fue citado en 2018 por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, como el director del programa de armas nucleares de Irán.
"Recuerden ese nombre, Fajrizadé", manifestó Netanyahu durante la presentación de una serie de documentos que, según aseguró el primer ministro israelí, habían sido obtenidos durante una operación en unas instalaciones en Teherán, lo que fue rechazado por el Gobierno iraní.
Por el momento se desconoce quién ha estado detrás del asesinato del científico, si bien las autoridades iraníes han acusado en el pasado a Israel de estar detrás de la muerte de varios científicos vinculados a su programa nuclear.
El asesinato de Fajrizadé ha tenido lugar en medio de las informaciones sobre los preparativos para la ejecución en Irán del académico Ahmadreza Djalali, condenado hace tres años por presunto espionaje y por proporcionar información sobre científicos nucleares iraníes al Mossad.
La Fiscalía considera que Djalali dio al Mossad información de 30 científicos nucleares y militares, entre ellos Masud Alí Mohamadi, que murió en 2010 por la explosión de una bomba adosada a su moto junto a su vivienda en Teherán. Las autoridades también le vinculan con el asesinato del ingeniero Mayid Shahriari, fallecido en otro ataque con bomba ese mismo año.
El científico, residente en Suecia, fue detenido durante un viaje a Irán en abril de 2016 y trabajaba hasta su detención como investigador en el Instituto Karolinska de Estocolmo. Suecia, que ha pedido a Teherán que no proceda a su ejecución, le concedió la ciudadanía en 2018, si bien el Gobierno iraní no reconoce la doble ciudadanía.