Uno de los protagonistas absolutos de estas últimas semanas a nivel internacional ha sido el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Mucho se ha hablado de él y de sus intenciones presentes y futuras. Pero pese a las especulaciones y a las declaraciones de los expertos, una de las cosas que más dicen de él es su propia posición corporal y la gestualidad de la cara. Según Maru García Ochoa, profesora de teatro y experta en lenguaje corporal en la Universidad Francisco de Vitoria y en la Universidad Villanueva, se pueden desprender tres cosas fundamentales simplemente con verle hablar en público: es una persona con furia, muy convencido de sus ideas y con un afán de ser cercano.
“Putin tiene una característica muy destacada al hablar: cierra la mano derecha en puño. Es un claro reflejo de que tiene mucha furia y rabia interna”, apunta la experta en lenguaje corporal. Sin embargo, también explica que trata de ocultar este hecho, “extendiendo la mano izquierda sobre la derecha”, porque es consciente de que puede dar mala imagen. Pero “no deja de ser evidente”, especialmente si se ven sus discursos sin sonido, que es cuando más se puede “analizar su comunicación corporal”, señala. Además, destaca que la forma en la que las coloca es similar a la de las artes marciales, por lo que es probable que tenga conocimientos deportivos.
Otro punto destacable es que es una persona firmemente convencida de sus ideas. “Cuando termina las frases, hace una especie de asentamiento con el cuerpo y con las manos, como señal de que lo que dice es lo correcto y que no hay discusión. Además, es un indicio de que no le gusta que nada quede en el aire. Necesita sentir que él tiene la última palabra”.
Paradójicamente, Putin trata de ser cercano con su cuerpo, “aunque no lo consigue por la frialdad de su rostro”. Este deseo de tratar de acercarse a la gente queda reflejado en que al hablar se inclina ligeramente hacia delante, “sin dejar su posición de poder”. Pese a sus intentos de que parezca algo innato en él, como puede ocurrir con otros líderes históricos” se nota que es algo forzado y no natural.
Lo que dice su rostro
La cara es, según los expertos, la parte del cuerpo que más refleja la personalidad de alguien. De un simple vistazo, se pueden saber muchas cosas de sus características y deseos más personales. En el caso de Putin, hay poco que analizar. “No tiene ninguna expresión en su cara, no solo por su frialdad propia, sino también por el botox que le impide gesticular bien”. Sin embargo, mueve la ceja izquierda, algo “más que suficiente” para expresar toda su intención.
Precisamente, una de las cosas que se reflejan con ese levantamiento de cejas (y un breve fruncido del ceño) es que es una persona agresiva y con intenciones de 'atacar.' De hecho su manera de hablar de Putin es muy brusca, un reflejo de esa agresividad.
Putin quiere pasar a la historia
Como detalle llamativo, la experta hace referencia a uno de sus últimos discursos públicos, en el que pide un minuto de silencio por las víctimas rusas que han fallecido durante la guerra en Ucrania. “Pero claramente le dan igual, porque su silencio dura poco más de diez segundos”. Además, una vez que se vuelve a sentarse, se desabrocha el botón de la chaqueta, por lo que se deduce que es una persona a la que le gusta la comodidad”.
Todo esto, unido a que cuando habla sentado trata de extender mucho los brazos para parecer más grande, lleva a la profesora universitaria a una conclusión: “es una persona que no quiere morir sin haber dejado huella. Quiere pasar a la historia”. Este deseo de ser "eterno", es fruto del egocentrismo propio de este tipo de personajes.