El presidente iraní Ebrahim Raisi, conocido por su postura de línea dura, sufrió un accidente de helicóptero este domingo junto al ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, el gobernador provincial y el principal imán de la región. "Sin señales de vida". Así confirmó la televisión estatal iraní la muerte del presidente en el accidente que sufrió el mandatario en una zona montañosa en el noroeste del país, a 670 kilómetros de Teherán
Ebrahim Raisi nació en 1960 en Mashhad, una ciudad al noreste de Teherán y hogar del santuario chií más sagrado del país. Criado en una familia conservadora, Raisi se involucró activamente en la revolución de 1979 que derrocó al Sha de Irán, respaldado por Occidente. A finales de los años 80, Raisi comenzó su carrera como fiscal general de Teherán y fue ascendiendo en la jerarquía judicial, hasta convertirse en jefe adjunto de la Autoridad Judicial a principios de los años 2000.
"Comisiones de la muerte" y una sanción de Estados Unidos
Durante su mandato como jefe adjunto de la Autoridad Judicial, Raisi estuvo involucrado en las "comisiones de la muerte", responsables de ejecuciones extrajudiciales tras la guerra entre Irán e Irak. Entre 4.000 y 5.000 personas fueron sometidas a desapariciones forzadas y ejecuciones, muchas de ellas tras ser torturadas. Amnistía Internacional documentó estos abusos, resaltando la brutalidad sistemática contra disidentes políticos.
En 2019, Estados Unidos impuso sanciones a Raisi por su papel en estas violaciones de derechos humanos, incluyendo la supervisión de ejecuciones de menores y la tortura de prisioneros. Este historial hizo de Raisi el primer presidente iraní en ser sancionado por Estados Unidos antes de asumir el cargo.
Tras su polémica carrera en el sistema judicial, Raisi incursionó en la política, postulándose sin éxito para la presidencia en 2017. Fue derrotado por Hassan Rouhani, un clérigo moderado que había negociado un acuerdo nuclear con Estados Unidos y otros países occidentales. Sin embargo, Raisi no se dio por vencido. Con un discurso firme contra la corrupción y a favor de un estricto cumplimiento de la ley islámica, que incluye la segregación de sexos en espacios públicos, ganó la presidencia en 2021 en unas elecciones marcadas por una baja participación. De hecho, Raisí asumió la presidencia en 2021 tras las elecciones con la menor participación en la historia de la República Islámica, 48,8%, marcadas por el veto a candidatos presidenciales, lo que le abrió el camino.
En cuanto a las relaciones con los estadounidenses, la cancelación del acuerdo nuclear ha exacerbado las tensiones entre Irán y Estados Unidos, con Raisi manteniendo una postura crítica hacia Washington. "Los estadounidenses siempre han perseguido planes arrogantes hacia el pueblo iraní, y todos los gobiernos que llegaron al poder siguieron esta política", afirmó tras asumir la presidencia.
"Juez de la horca" que desató la revolución del velo en Irán
Si durante la campaña electoral trató de suavizar su imagen de ultraconservador, una vez que comenzó su mandato quedaron pocas dudas de su carácter. Un carácter que llevó a su Gobierno a intensificar las políticas de uso del obligatorio velo islámico, que se había relajado en los últimos años, y que desembocó en la muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022 tras ser detenida por no llevar bien puesto el hiyab. Más de 500 manifestantes fueron asesinados en enfrentamientos con la policía, y alrededor de 20.000 personas fueron arrestadas tras la muerte de Mahsa Amini.
Miembro del Consejo de Expertos desde 2016, Raisi pertenecía al órgano encargado de supervisar y elegir al líder supremo, una posición vitalicia en Irán. En el ámbito internacional, Raisi ha tenido un papel destacado en la postura de Irán frente a Israel y los conflictos regionales. Tras un ataque aéreo israelí en Damasco que resultó en la muerte de generales iraníes, Irán, bajo el mandato de Raisi, llevó a cabo su primer ataque directo en suelo israelí. Este incidente marcó una escalada significativa en la conflictiva relación entre ambos países.
Las autoridades iraníes confirmaban su fallecimiento. Junto a Raisí volaban en la aeronave el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, el gobernador de Azerbaiyán Oriental, Malik Rahmati, y el líder de los rezos de los viernes de la ciudad de Tabriz, Mohammad-Ali Al-Hashem, además de un número indeterminado de miembros de la tripulación.