Justo cuando se cumplen dos años del confinamiento de todos los españoles por la pandemia de covid-19, en un momento en el que el mundo mira al este, a la sanguinaria invasión de Ucrania por parte de Rusia, un fantasma vuelve a recorrer Europa, el fantasma del coronavirus. Digo fantasma porque muchos habían enterrado ya al enemigo público número uno, ese que ha copado tantas y tantas horas de actualidad informativa. Un rebrote de covid sin precedentes en China, origen del virus, ha despertado en muchos el temor y el hartazgo ante un mal que no cesa. ¿Pero hasta qué punto debemos preocuparnos?
China está sufriendo la peor ola de coronavirus que el país ha conocido en cuanto a contagios. El epicentro de este rebrote es Changchun, una ciudad que no dirá nada a muchos de nuestros lectores, pero en la que viven 3 veces más personas que en Madrid (9 millones). En dicha ciudad se ha superado la barrera de los 1.000 contagios, lo que ha llevado al Gobierno comunista chino a confinarla al completo. También, siguiendo su habitual política de tolerancia cero frente a la covid, se ha decidido poner en cuarentena una ciudad de 17 millones de habitantes, Shenzen, sede de compañías multinacionales como Huawei.
La ciudad de Hong Kong, que tiene un régimen administrativo especial, ha llegado a pedir ayuda al Gobierno de Pekín ante el colapso de su sistema sanitario. Esta ciudad sigue apostando, como China, por una estrategia de Salud Pública de covid cero, al contrario que Singapur, que tras muchos meses siendo adalid de esta vía ha optado finalmente por convivir con el virus.
La quimera del covid cero
Este contexto puede generar una sensación de déjà vu en quienes tengan todavía fresco el comienzo de la pandemia. Unos pocos casos de covid en China terminaron convirtiéndose en cientos de miles en el resto del mundo. Sin embargo, hay importantes diferencias que los expertos en Salud Pública apuntan y que aconsejan mantener la calma. La clave está en la variante que está golpeando ahora China: ómicron.
Esta variante ya ha arrasado en Europa, y, por tanto, aquí los ciudadanos ya han desarrollado defensas. El continente ha sido capaz de aguantar la embestida, además, sin grandes restricciones. Mientras tanto, la política de tolerancia cero ante la covid de China ha provocado que los chinos apenas estén inmunizados frente a esta variante, lo que va a facilitar su expansión, como ya hemos visto en Europa.
Juan Antonio Sanz, especialista en Medicina Preventiva del Hospital de Laredo, cree que lo que está pasando en China "es la prueba definitiva de que la estrategia de contagio cero es poco efectiva en un mundo globalizado". Álvaro Torres, de la Sociedad Española de Medicina Preventiva (Sempsph), comparte esta visión, y señala que las razones del rebrote se encuentran en "la imposibilidad de mantener el país tan cerrado como lo tenían".
Lo que pasa en China prueba que la estrategia de contagio cero es poco efectiva en un mundo globalizadoJuan Antonio Sanz, especialista en Medicina Preventiva del Hospital de Laredo
Este especialista cree que el principal riesgo para la Salud Pública al que nos enfrentamos no procede de China, sino de África. "Para mí el principal problema es África y la escasa penetración de la vacunación en el continente. Esto favorece la posibilidad de aparición de nuevas variantes con alta replicación viral". Adrián Aguinagalde, director del Observatorio de Salud Pública de Cantabria, comparte que, por el momento, estos rebrotes no deben ser motivo de preocupación, excepto "si se genera una gran epidemia en la China continental", ese "ya será otro asunto".
Vozpópuli ha contactado con el Ministerio de Sanidad para conocer su grado de preocupación y fuentes oficiales subrayan que no hay motivo para la alarma: "Nuestros datos hospitalarios están estables y/o a la baja… Así que nos mantenemos, como siempre, observando y midiendo, pero de momento no hay indicios de cambio en la situación epidemiológica, salvo una ligera subida de la incidencia acumulada".
Motivación de China
A pesar del riesgo de que se extiendan los contagios en el país más habitado del planeta, no hay que olvidar que la mayor parte de la población está protegida con la pauta de vacunación completa. De hecho, según recoge 'Our world in data', China iguala a España en porcentaje de vacunación con el 85% del total con dos dosis. El efecto de ómicron en China está siendo, por ello, muy similar al que ha tenido en países europeos con vacunación avanzada, registrando principalmente casos asintomáticos.
Retomando las palabras de Sanz, parece claro que la estrategia de covid cero ha resultado ser una quimera en un mundo globalizado. Ni siquiera el país que aplica con más mano dura estas medidas de Salud Pública ha sido capaz de escapar a la contagiosidad del virus. Eso sí, con menores cifras de mortalidad y letalidad, siempre y cuando consideremos fiables los datos aportados por el Gobierno de Xi Jinping.
El Observatorio de la Política China apunta a un interesante factor político que explicaría la insistencia de Pekín con la estrategia de covid cero. China busca compararse con los "fracasos occidentales" en la gestión de la pandemia para glorificar el sistema de gobierno del Partido Comunista, que además este año celebra su XX Congreso. El mensaje que quiere lanzar el Partido Comunista chino es que frente a Occidente, que ha abandonado la ilusión de una erradicación total de la enfermedad por su imposibilidad sistémica de organizar cuarentenas y cribados a gran escala, el modelo chino de Gobierno ha alcanzado con éxito tales objetivos quedando así legitimado.