La Unión Europea ha reformulado el sistema de cota de refugiados que permita salvar las reservas del llamado grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa). La principal diferencia con la medida presentada por Bruselas es que ésta iba dirigida a aliviar la situación de fuerte presión migratoria que viven Hungría, Grecia e Italia, pero Budapest se niega a ser beneficiaria del sistema. Por este motivo las 54.000 personas de esas 120.000 que debían trasladarse desde Hungría hasta otros Estados miembros se quedan de momento en un limbo que los países tendrán que ver cómo resolver.
La posibilidad que cobró fuerza en una reunión de los Veintiocho a nivel de embajadores es la de establecer un mecanismo para que cualquier Estado miembro que se vea desbordado por la llegada de refugiados pueda beneficiarse de las 54.000 plazas de demandantes a reubicar que quedarían de reserva y pedir apoyo a los demás socios para que saquen a personas de su territorio, informaron fuentes comunitarias. Si pasados estos 18 meses ningún país solicita beneficiarse de esa reserva, las 54.000 plazas se repartirían entre Grecia e Italia. Hoy también se espera que los países concreten la cantidad de refugiados de los 120.000 que están dispuestos a aceptar. Fuentes comunitarias aseguraron que los compromisos de los Veintiocho sí permitirían llegar a ese total de 120.000 refugiados y serían similares a los que propuso el Ejecutivo comunitario.
La incógnita sigue siendo la posición que adoptarán los países más contrarios al sistema de cuotas, como son Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía
España tendría que repartirse 14.931 regugiados
En el caso de España, con este nuevo reparto planteado por Bruselas le correspondían 14.931 personas del total, una cifra que el Gobierno del presidente Mariano Rajoy ya ha dicho que puede aceptar. Otro de los cambios a la propuesta de la CE que negocian los países tiene que ver con la posibilidad de no participar en el reparto a cambio de una contribución al presupuesto comunitario.
Asimismo, el Consejo de la UE avanzó anoche hacia un planteamiento según el cual no se penalizaría a los países con dinero, si no que se les permitiría retrasar el 30% de su cuota un año más, según las mismas fuentes. Este punto llegará previsiblemente abierto al Consejo de ministros de Interior, pese a que los embajadores volverán a reunirse esta mañana para seguir acercando las posiciones de las delegaciones antes de ese encuentro.
La incógnita sigue siendo la posición que adoptarán los países más contrarios al sistema de cuotas, como son Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía. La posición de Hungría es particularmente compleja porque de salir adelante la medida habría pasado de negarse a ser beneficiaria de un sistema en el que no cree a aceptar ser uno de los países receptores de más refugiados.