El Gobierno de Reino Unido ha ordenado este jueves al Ejecutivo norirlandés a aplicar la reforma del aborto aprobada en 2019 y acabar con el estancamiento al que se ha visto sometida la medida para prestar este servicio sanitario en toda la región.
El ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, ha instado así al Gobierno de Belfast a poner en marcha las medidas necesarias para poner fin al 'impasse' en la Administración local a la hora de llevar a cabo esta práctica dada la falta de acuerdo entre los partidos.
La ley aprobada en 2019 permitió despenalizar el aborto en el territorio, si bien la mayoría de mujeres residentes en Irlanda del Norte siguen viajando a Inglaterra para poder acceder al aborto.
El Gobierno británico ya había advertido con anterioridad de que estaba "listo para actuar" si Stormont no avanzaba de cara a las vacaciones de verano, según informaciones de la cadena RTE. Aunque Lewis ha mandado ahora un mensaje claro al Ejecutivo norirlandés, no está previsto que sea Londres el que imponga un calendario formal al respecto.
En mayo, las propuestas presentadas por el ministro de Salud del Partido Unionista del Úlster (UUP), Robin Swann, sobre la contratación de servicios para practicar el aborto fueron bloqueadas por el Partido Unionista Democrático (DUP).
Una "obligación moral"
En este sentido, Swann ha defendido que no puede implementar las medidas sin contar con la aprobación del Ejecutivo, formado por una coalición de cinco partidos, y ha recalcado que es su "responsabilidad" abordar materias "controvertidas" con el resto de ministros.
Asimismo, para lograr que el asunto sea introducido en la agenda para un posterior debate, los principales partido, el DUP -contrario al aborto- y el Sinn Féin, tienen que estar de acuerdo.
"La situación actual no me deja más opción que ordenarlo", ha aseverado Lewis, que ha insistido en que tiene la "obligación moral de garantizar que las mujeres de Irlanda del Norte tienen sus derechos garantizados y pueden acceder al sistema sanitario según las regulaciones actuales".
No obstante, ha admitido que la cuestión puede resultar "sensible" para parte de la población y ha dicho que "respetar las diferentes posturas sobre el asunto", pero ha defendido la decisión del Gobierno dado que "un gran número de mujeres continúa sin poder acceder a este servicio sanitario" en Irlanda del Norte.