Las autoridades sanitarias de Reino Unido han notificado este miércoles por primera más vez más de 1.500 fallecidos por coronavirus en un día, a pesar de que el primer ministro, Boris Johnson, considera que ya se estarían empezando a notar en las cifras de contagios los efectos del nuevo confinamiento.
El Ministerio de Salud ha informado de 1.564 fallecidos más, lo que eleva el recuento provisional a 84.767. Al menos 3.211.576 personas han sido diagnosticadas desde el inicio de la pandemia, 47.525 que en el recuento oficial publicado el martes.
Johnson no descarta endurecer las restricciones si lo considera necesario --están "en constante revisión"--, pero ha apuntado que "se están empezando a ver algunas señales" que evidenciarían un descenso de los contagios en algunas zonas. Sin embargo, ha advertido de que es "prematuro" y ha instado a los ciudadanos a respetar las medidas.
"La gente debe seguir con la disciplina, respetar las reglas y colaborar para que siga adelante el programa de vacunación", ha declarado en la Cámara de los Comunes el 'premier' británico, que aspira a que se pongan vacunas "24 horas al día y siete días a la semana".
Situación crítica en Inglaterra
En el caso de Inglaterra, las cifras de ingresos hospitalarios están por encima de los picos de la primera ola, por lo que el ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha planteado la posibilidad de derivar a pacientes a hoteles para liberar camas en los hospitales.
En este sentido, ha explicado que el Gobierno estudia fórmulas para aliviar la "enorme presión" que sufre el sistema de salud pública (NHS), en previsión de que la cifra de ingresos pueda seguir creciendo en las próximas semanas y alcanzar niveles aún mayores a mediados de febrero, según medios británicos.
Por su parte, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha anunciado nuevas restricciones que se sumarán a partir del sábado al confinamiento que ya está en vigor, de tal forma que favorezca la recogida de pedidos en establecimientos y se limite el consumo del alcohol en la calle, en un intento por evitar las interacciones sociales.
