El programa de François Hollande no daba muchos detalles sobre la medida, pero el primer ministro Jean-Marc Ayrault se ha encargado de puntualizarla. El Gobierno publicará un decreto para limitar los salarios en las empresas públicas. A partir de ahora, la diferencia salarial tendrá que reducirse a un intervalo de 1 a 20 en las empresas públicas. Es decir, un consejero delegado sólo podrá ganar 20 veces más que el salario mínimo de su empresa. Este decreto se aplicará inmediatamente en las empresas públicas donde el Estado tiene 50% o más de participación, como por ejemplo Électricité de France, Areva y La Poste. En las que el Estado es accionario minoritario, como France Télécom, Air France, Renault o GDF Suez, el Gobierno sólo "propondrá" la medida.
En una entrevista a la revista L'Express, el primer ministro Jean-Marc Ayrault ha anunciado el decreto afirmando que "cree en el patriotismo de los dirigentes, ellos pueden entender que la crisis supone la ejemplaridad de las élites políticas y económicas". Pero la gran sorpresa viene de que la decisión se aplicará incluso en los contratos actuales y no sólo en los futuros. Hasta ahora, el PSF tenía como posición esperar el final o la renovación de los mandatos de los dirigentes para cambiar su salario. Pero el decreto va más lejos, lo que Jean-Marc Ayrault ha justificado recordando que los propios ministros y el presidente habían reducido su salario un 30%.
Preguntas
El decreto no tardará en sublevar preguntas sobre su aplicación. ¿De qué intervalo se habla exactamente? El salario más reducido de la empresa, ¿a qué corresponde? ¿Qué será del resto de la cúpula de las grandes empresas? "No nos imaginamos cómo un consejero delegado pueda ganar menos que la decena de personas que le rodean. Pero tampoco nos imaginamos que se pueda rebajar todos los salarios de los colaboradores." dice un experto del ministerio de Economía francés, citado por Le Figaro.
En concreto, si el decreto se basa en el salario minimo francés, el consejero delegado de cualquier empresa pública no podrá ganar más de 263.000 euros al año. Es decir, muchísimo menos de lo que se puede ganar en una empresa privada. Algunos de los dirigentes afectados por la decisión han intentado preparar un contrataque, proponiendo ideas para participar al 'esfuerzo común'. Obviamente, el Ejecutivo francés ya les ha minado el terreno.