Se especulaba con una guerra relámpago, pero la resistencia ucraniana obliga a Vladimir Putin a recalibrar sus planes de guerra tras seis meses de conflicto. Las tropas rusas no alcanzaron su objetivo de deponer Kiev en pocos días y el conflicto se centró en otras regiones del país. Pero Moscú podría estar planeando una nueva ofensiva sobre la capital, desde donde Volodímir Zelenski articula la respuesta a la invasión. Así lo advierten los servicios de inteligencia internacionales, tal y como ha desvelado este martes la ministra de Defensa, Margarita Robles.
"Va a ser un invierno duro, especialmente para Ucrania", ha afirmado Robles desde la base aérea de Getafe, en una visita al Ala 35 del Ejército del Aire y del Espacio. El conflicto atraviesa un momento convulso, con la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia en juego y la incertidumbre de los próximos pasos que dará Rusia tras el asesinato de Daria Dugina, hija de Aleksandr Duguin, considerado como uno de los ideólogos en la sombra de Putin: "No habrá piedad", asevera el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
A pesar de los últimos rumores sobre una posible negociación entre Ucrania y Rusia para poner fin a la guerra -que el propio Zelenski zanjó por considerar inaceptable la posición de Moscú de mantener activa su ofensiva-, Moscú estudia el modo de revertir el curso de los acontecimientos, que en las últimas semanas ha sumado varios reveses: desde las pérdidas sustanciales de militares en combate hasta las explosiones de sus propios arsenales en su línea de retaguardia.
Errores logísticos de Rusia
Los expertos militares coinciden en que Rusia apostaba por una guerra rápida sobre Ucrania y que no contaba con un plan logístico adecuado a un conflicto de larga duración. En las últimas horas, el Ministerio de Defensa de Rusia ha informado de avances en la región oriental de Donetsk y en el sur del país. Pero la joya de la corona es Kiev y Moscú no ha olvidado que ese es su objetivo prioritario.
Los servicios de inteligencia internacionales advierten de que Rusia trabaja en la reordenación de sus capacidades para golpear sobre objetivos estratégicos que debiliten la resistencia ucraniana. Y todo apunta a Kiev, ha adelantado Margarita Robles.
Rusia ya atacó con contundencia las calles de la ciudad a base de bombardeos. El propio Zelenski, con motivo de la celebración del día de la independencia de Ucrania, ha advertido que brindarán una "respuesta contundente" a Moscú en caso de que intensifique sus bombardeos, aunque no especificó la posibilidad de que los ataques fuesen sobre la capital.
La oferta española
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha descartado la posibilidad de que Rusia, desgastada en el conflicto, lance una ofensiva en otros escenarios diferentes al ucraniano: Suecia y Finlandia ya han dado los pasos para ingresar en la OTAN y contar con el respaldo de la Alianza en caso de sufrir una agresión convencional. Y ha ha incidido en la "solidaridad" de los países aliados con Ucrania para resistir a los ataques de Vladimir Putin.
"España ha ofrecido instruir a los militares ucranianos en el manejo de carros de combate", ha recordado Robles. La misión podría desarrollarse en territorio nacional o en Letonia, donde están desplegados los Leopard del Ejército de Tierra para actuar como disuasión en la frontera con Rusia; esfuerzos que se han redoblado en los últimos meses ante el devenir de los acontecimientos bélicos. Según ha podido saber Vozpópuli, España aún no ha recibido ninguna respuesta a dicho ofrecimiento.
Otros países aliados, principalmente Reino Unido, ya instruyen en sus propias fronteras a militares ucranianos que se enfrentan a las tropas de Vladimir Putin. Rusia ya ha advertido de que estos movimientos podrían suponer "una ampliación de la zona de conflicto armado".