Este sábado, tres días después de un fallido primer intento, la misión tripulada de SpaceX y la NASA ha puesto rumbo al espacio. Se trata de la primera vez desde 2011 en que dos astronautas, Doug Hurley y Bob Behnken, viajarán a la Estación Espacial Internacional desde suelo estadounidense, concretamente desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral (Florida).
Esta misión, bautizada como Demo-2, supone un paso más en la carrera aeroespacial: Estados Unidos ya no dependerá, como hasta ahora, de las naves rusas Soyuz. Además, se trata de la primera vez que una compañía privada, SpaceX (propiedad de Elon Musk), lleva a cabo un vuelo orbital tripulado.
"Si todo sale bien, Space X tiene el marchamo de calidad de la NASA para realizar vuelos tripulados comerciales y abre la puerta a futuras aventuras", responde a Vozpópuli Javier Gómez-Elvira, jefe del departamento de Cargas Útiles y Ciencias del Espacio del Instituto Nacional de Técnica Espacial (INTA), sobre la posibilidad de que este lanzamiento suponga un punto de inflexión para el turismo espacial.
"Elon Musk ha repetido muchas veces sus intenciones, o su visión, de enviar humanos a Marte y establecer bases allí. Esto solo es posible si se tiene la capacidad de lanzamiento y por supuesto presupuesto, y parece que ambas cosas las tiene", explica este ingeniero aeronáutico.
"Supone un hito para la historia de la industria aeroespacial"
En conversación con este diario, Gómez-Elvira señala la importancia de esta misión: "Supone un hito para la historia de la industria aeroespacial". En su opinión también implica un cambio en la manera en la que se estaban haciendo las cosas en este sector con el golpe en la mesa de SpaceX y la demostración de su capacidad tecnológica. "Es una empresa que desde 2002 ha perseguido y conseguido reducir el coste de acceder al espacio. Hoy en día compite con las grandes del sector", explica.
La dependencia de Rusia no dejaba de demostrar una cierta debilidad desde el punto de vista tecnológico"
Sobre el fin de la dependencia de Rusia para los lanzamientos (debido a la retirada del transbordador espacial), Gómez-Elvira cree que aunque la colaboración entre ambas agencias ha sido estrecha, dicha supeditación "no dejaba de demostrar una cierta debilidad desde el punto de vista tecnológico" para los americanos.
Doug Hurley y Bob Behnken despegaron en la nave Crew Dragon rumbo a la Estación Espacial Internacional a las 19.23 UTC de este sábado y rodeados de una gran expectación. Ahora les esperan entre seis y 16 semanas realizando investigaciones y analizando el funcionamiento de la nave.