La policía ha identificado al presunto autor del tiroteo perpetrado esta tarde en una escuela primaria del estado de Connecticut (EE. UU.) y en el que han muerto al menos 27 personas, entre ellas 20 niños. El presunto autor es Adam Lanza, un joven de 24 años que fue hallado muerto en el interior del colegio. De acuerdo con la policía, Lanza entró a la escuela vestido con ropa negra y llevaba una máscara, un chaleco antibalas y cuatro armas. Diversos medios publican que el asaltante podría haber disparado hasta un centenar de tiros con un rifle de asalto. El portavoz, Paul Vance, ha explicado ante la prensa, en una comparecencia sin preguntas, que el incidente ha causado víctimas mortales, incluidos niños y adultos, pero no ha querido especificar la cifra hasta que las autoridades no se pongan en contacto con las familias. Aunque las primeras informaciones apuntaban a que Lanza había abatido a tiros a su madre en el centro escolar, fuentes policiales han filtrado que el cadaver de la madre fue hallado en su casa. El hermano de Lanza, Ryan, al que diversos medios estadounidenses confundieron con el asesino, ha sido interrogado por la policía.
El suceso ha comenzado alrededor de las 09.30 hora local, las 15.30 horas en España, en la escuela de primaria Sandy Hook, de la ciudad de Newton, cuando una persona armada hizo aparición en la principal oficina del centro y comenzó a abrir fuego de manera indiscriminada. Vance ha explicado que, tras recibir la primera llamada de alerta, las fuerzas de seguridad se desplazaron inmediatamente a la zona y registraron la escuela hasta encontrar al aparentemente único autor de los disparos.
Varios alumnos de la escuela Sandy Hook fueron escoltados fuera de las instalaciones educativas por sus profesores entre gritos y sollozos. "La policía nos dijo que nos abrazáramos unos a otros, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos. Solo los abrimos al salir del colegio", ha explicado una niña de nueve años al diario local Hartford Courant. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha sido informado del incidente y está recibiendo actualizaciones constantes de la situación, según informó la Casa Blanca a los medios estadounidenses.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hablado por teléfono con el director del FBI, Robert Mueller, y el gobernador de Connecticut, Dan Malloy, para informarse de la situación y "expresar sus condolencias y preocupación" por las víctimas y sus familias, ha declarado en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. Horas después de la tragedia, Barack Obama, visiblemente emocionado y entre lágrimas, ha comparecido ante los medios. "Hemos sufrido demasiadas de estas tragedias en los últimos años", ha afirmado Obama, quien ha añadido: "vamos a tener que unirnos y tomar medidas significativas para prevenir futuras tragedias como ésta". Superado por la emoción, Obama ha tenido que hacer varias pausas en su breve discurso en la sala de prensa de la Casa Blanca, donde ha subrayado que "nada puede llenar el vacío que deja la pérdida de un hijo o de un ser amado". Obama ha destacado que los niños fallecidos, "con edades de entre cinco y diez años", tenían "toda la vida por delante".