El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado la decisión de los congresistas del Partido Republicano de reducir los poderes de la Oficina de Ética, un órgano teóricamente independiente que tiene entre sus cometidos vigilar el comportamiento de los legisladores.
El lunes, durante una sesión a puerta cerrada, los congresistas republicanos dieron 'luz verde' a unos cambios que, en la práctica, implica dejar la Oficina de Ética en manos de las personas a las que teóricamente debe vigilar.
La comisión instaurada en 2008 pasará a llamarse Oficina de Revisión de Quejas y, entre los cambios introducidos, no podrá recibir denuncias anónimas ni realizar declaraciones públicas sobre las investigaciones en curso contra congresistas.
Trump ha criticado en Twitter que la revisión de este órgano haya sido "la actuación y prioridad número uno" de un Congreso que tiene trabajo por hacer. "Centraos en la reforma fiscal, la atención sanitaria y en muchas otras cosas con bastante más importancia", ha exhortado el magnate, que tomará posesión del cargo el 20 de enero.