El presidente de Venezuela ha anunciado este jueves una medida insólita: los viernes serán festivos en el país. El motivo: la reducción del consumo energético, para afrontar la gran sequía ocasionada por 'El Niño'. "A situaciones extremas, soluciones extremas", ha venido a decir Maduro, que ha aprobado un decreto especial que determina "todos los días viernes como día no laborable a partir del viernes de esta semana" y hasta el 6 de junio, según ha señalado en la televisión pública.
Maduro ha explicado que esta medida se debe a la fuerte caída del nivel del embalse de Guri, cuya central hidroeléctrica provee el 63% de la energía eléctrica del país. El decreto se publica este viernes.
"Vamos a tener fines de semanas largos", ha señalado, aunque no ha aclarado si la medida será de obligado cumplimiento sólo para los funcionarios o puede extenderse también a las empresas privadas. Henrique Capriles, gobernador de Miranda y líder opositor, ha respondido a través de Twitter al anuncio de la medida: "Maduro nunca ha trabajado, por tanto le es normal decretar días no laborables. Hoy reitera su incapacidad para gobernar", ha escrito.
El presidente ha exigido otras medidas, como el aumento del racionamiento eléctrico en hoteles y centros comerciales a nueve horas o la reducción del consumo energético de las industrias en un 20%. Ha descartado un aumento de las tarifas eléctricas, que están reguladas por el Gobierno, o racionamientos como el que ordenó Hugo Chávez en 2010, que decretó una emergencia energética.