Es un concept y poco tiene que ver en su diseño con cualquier modelo actual de la gama, pero sus trazos evocan al mítico DBR1 que logró la proeza de vencer en carreras tan emblemáticas como las 24 Horas de Le Mans o los 1.000 kilómetros de Nürburgring, ambas en 1959. Y lo hizo en manos de un piloto no menos histórico, Carrol Shelby, capaz de domar los más de 250 CV de potencia que desarrollaba el motor V12 de tres litros y que llevaban al DBR1 a superar la barrera de los 200 km/h.
Y su puesta de largo tuvo lugar en el propio circuito de Nürburgring, en el que el CC100 Speedster Concept rodó con Stirling Moss a sus mandos. Un espectacular concept que fue diseñado y construido en menos de seis meses en el cuartel general de la marca inglesa, con un diseño exterior obra del director de diseño, Marek Reichman, y del Jefe de diseño exterior, Miles Nurnberger. De trazos y estilo muy moderno e innovador, incorpora muchos detalles en honor al DBR1, como los tiradores de las puertas en forma de tira de cuero, los mandos o el característico color verde de la carrocería.
En el interior cuenta con dos asientos tipo bácquet en los que también se ha tratado de plasmar esos 100 años de Aston Martin con acabados en color marrón de aire muy clásico en contraste con los acabados en fibra de carbono. Una combinación que consigue un diseño sin duda muy vistoso.
Y bajo el alargado capó, el CC100 equipa un motor V12 atmosférico de gasolina con una caja de cambios secuencial de seis velocidades que permite a este impactante concept pasar de 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos y alcanzar una velocidad máxima de 290 km/h.
DBR1: 20 millones de euros
El DBR1 fue diseñado en 1956 por Ted Cutting, quien a su vez se basó en el Aston Martin DB3S para crear este icónico deportivo que destacó desde un primer momento en la competición llegando a ganar numerosos títulos desde su debut 1956 hasta su último año en competición en 1959, entre los que se encuentras las 24 horas de Le Mans, los 1.000 kilómetros de Nürburngring, el Gran Premio de Spa o el Goodwood Tourist Trophy.
Tan mítico como el propio coche fueron algunos de sus pilotos, entre los que se encontraban nombres de gran relevancia en el mundo de las carreras como podían ser Carroll Shelby, Jack Brabham, Stirling Moss, Roy Salvatori, Jack Fairman o Jim Clark entre otros. Todo ello hizo del DBR1 uno de los clásicos más deseados, llegando a venderse una de las escasas unidades que aún existen en una subasta de clásicos en 2012 en más de 20 millones de euros.