Aunque no fue hasta 1972 cuando Mercedes bautizó a su berlina más lujosa como Clase S, la experiencia de la marca en este tipo de turismos cumple ya cien años de historia, una evolución que ha llevado a estos modelos a elevar el grado de confort y exclusividad de sus lujosos acabados a niveles de los más exquisitos modelos, combinandolo en el caso de sus variantes AMG con unos niveles de prestaciones y de sensaciones al volante propios de los más impactantes deportivos. Y para realzar todo ello, la marca alemana ha desarrollado el más potente Clase S de su larga historia, el S65 AMG, capaz de desarrollar nada menos que 630 CV de potencia.
Una cifra que llega desde un trabajo casi artesanal, toda vez que Mercedes-Benz monta sus motores AMG uno a uno en una casi obsesión por hacer de esta peculiar gama un producto de altísima calidad que sorprenda al usuario cada vez que se ponga a sus mandos. Algo realmente especial cuando hablamos del AMG desarrollado sobre el Clase S, una imponente berlina de más de cinco metros de longitud diseñada para combinar los más altos estándares de confort y seguridad con las sensaciones dinámicas más excitantes.
Con 630 CV de potencia, el S65 AMG se sitúa como la berlina de la marca más potente jamás fabricada
Para ello, no hay mejor carta de presentación que la de un motor V12 biturbo de seis litros de cilindrada que desarrolla 630 CV de potencia y un impresionante par máximo de nada menos que 900 Nm, todo un récord para un turismo de calle. Con un trabajo concienzudo en lo que a la ligereza se refiere, el nuevo S65 AMG logra respecto a su antecesor bajar el peso total en 100 kilogramos que, junto a la mayor eficiencia del nuevo V12, permite homologar un consumo medio inferior al del modelo anterior en casi 2,5 l/100 km.
Y es que la estrategia de reducción de peso ha llevado a Mercedes-Benz a introducir como primicia una batería de iones de litio que sustituye a la convencional, 20 kilos más ligera y con mayor capacidad. Además, en la fabricación de la chapa exterior, incluyendo el techo y la estructura delantera de la carrocería, se emplea exclusivamente aluminio.
Monta de serie el tren de rodaje deportivo AMG basado en el sistema «Magic Body Control», capaz de detectar con antelación ondulaciones en la calzada. Si el sistema identifica una irregularidad en el asfalto gracias a una cámara estereoscópica, la suspensión se adapta inmediatamente a esta nueva situación.
Al igual que el diseño exterior, la configuración interior del S63 AMG es específica de esta versión, con asientos deportivos AMG con ajuste eléctrico, función de memoria y calefacción, tapizado de napa con una sofisticada perforación y placas AMG en los respaldos de los asientos para un ambiente exquisito y lujoso. También el volante deportivo AMG con cuero perforado contribuye a reforzar ese ambiente deportivo y exclusivo a la vez. Otro elemento distintivo es el display en color TFT de alta definición configurado como cuadro de instrumentos AMG con dos relojes animado y agujas en color rojo/plata y el logotipo AMG en el velocímetro con escala ampliada a 330 km/h.