- Durante un día, las habitualmente discretas gentes del pueblo neerlandés se visten de naranja, asisten a fiestas y conciertos callejeros y montan miles de mercadillos callejeros improvisados llamados vrijmaarkt (“mercado libre”). También beben, tanto que al viajero recién llegado el Koninginnedag le recuerda irremediablemente a cualquier fiesta veraniega española. La fiesta alcanza tales dimensiones que los servicios de limpieza suelen tardar hasta una semana en retirar toda la basura que se acumula en la ciudad durante ese día.
- Algunos de los principales museos de la ciudad se presentan renovados en 2013. El último, el espectacular Rijksmuseum donde la koningin Beatrix celebró su última cena de gala como monarca bajo la atenta mirada de la Ronda de noche de Rembrandt. Cerca de él, el Stedelijk museum completó la renovación de sus instalaciones en septiembre de 2012. Otro museo se cuela en el recorrido real: tras los actos en el Palacio Real y la Nieuwe Kerk, ubicados en la plaza Dam, los nuevos reyes pasearán por la ciudad y discurrirán, entre otros lugares, por la bahía del Ij tras la famosa estación Amsterdam Centraal. Precisamente en ese lugar se instaló hace un año el museo del cine Eye con un impresionante edificio que recuerda a eso mismo, a un gran ojo blanco que observa la pujanza de su ciudad desde una privilegiada ubicación.
- Uno de los mejores modos para disfrutar del Día de la Reina para el visitante es acercándose hasta los canales. A los amsterdameses les encanta navegar por ellos y se lanzan a sus botes en cuanto el habitual mal tiempo se lo permite. El tráfico de barcos por los canales es tan denso que el ayuntamiento de la ciudad tiene que imponer unas normas especiales durante este día: se ha de circular siempre por la derecha y nunca a más de 7,5 kilómetros por hora. Por supuesto, quien esté a los mandos tiene absolutamente prohibido beber.
- La fiesta se prevé multitudinaria: las autoridades han colocado hasta 10 kilómetros de vallas y barreras temporales a lo largo del recorrido por el centro urbano de Guillermo Alejandro y Máxima. No es poca la gente que les ve pasar: la media de asistencia al Koninginnedag se encuentra entre 700.000 y 800.000 personas en un año normal, por lo que en 2013 ese dato se superará. Muchos de los asistentes ni siquiera verán pasar a los reyes: estarán demasiado ocupados en alguna de las fiestas de música electrónica que se celebran en plazas como Museumplein, con capacidad para 42.000 personas. El legendario DJ Armin van Buuren, natural de la cercana ciudad universitaria de Leiden, será uno de los principales invitados.
- Guillermo Alejandro, que ha decidido no utilizar el ordinal “primero” que debería acompañar a su nombre porque dice de sí mismo que no es “un número”, no sólo reinará en el territorio que muchos, por confusión, llaman Holanda. El reino de los Países Bajos está compuesto, en realidad, por cuatro países (los propios Países Bajos y Aruba, Curaçao y Sint Maarten) y tres municipios especiales ubicados en el Caribe. De todos ellos, Holanda es tan sólo una provincia (bueno, en realidad son dos: Holanda Septentrional, donde se encuentra Amsterdam, y Meridional, en donde se ubican La Haya o Róterdam). Sí, es un poco lioso, pero en este vídeo se explica perfectamente.