1. Te manchas: una sencilla pinza de ropa o una banda reflectante que nos sujete el pantalón son la solución habitual. También hay muchas bicis con la cadena protegida, como en las holandesas o las plegables.
2. Sudas mucho: estamos hablando de hacer entre 5 y 7 kilómetros como mucho y no hace falta llegar el primero. Ve a tu ritmo y no sudarás más que si fueras andando. Una ducha en el trabajo o una camisa de recambio y solucionado.
3. No tengo ropa de bici: trajeados, en vaqueros, de corto, de largo, de flamenca… hasta con vestiditos veraniegos se puede ir en bici, monísima de la muerte.
4. Es peligroso: no es peligroso, pero sí falta cultura de respeto a la bicicleta, tanto en conductores como en algunos ciclistas. Muchas asociaciones y ayuntamientos editan planos de calles tranquilas y carriles bici, que nos ayudarán a escoger el camino más seguro. También algunos colectivos dan clase de seguridad en la bicicleta urbana.
5. ¿Y si llueve?: ¿seguro que no puedes? En Barcelona llueve 55 días al año, en Madrid 63, en Bilbao o en A Coruña, 128 a 130 días al año. Lo que necesitas es un guardabarros y un chubasquero y no pasa nada si el día que llueve vas en metro.
6. No puedes llevar nada: otra vez falso. Ordenadores, ropa, dossiers, fruta, el niño…todo puedes llevarlo en tu bicicleta en unas alforjas, hay soluciones para todos. En Munich, ¡el cartero va en bici!
7. No se puede llevar en el tren, metro o autobús: error. Si lo que tú necesitas es llevar la bici en el transporte público, necesitas una bicicleta plegable, que además de estar permitido en todos los reglamentos de viajeros como equipaje de mano, no molestarás al resto de viajeros. Si tienes una bici convencional podrás ir en la red de cercanías a cualquier hora y en metro sólo fuera de hora punta. Algunas líneas de autobuses van equipadas con una baca para las bicicletas.
8. Estoy muy mayor. ¡La edad está en la mente querido! Alemania, Holanda, Inglaterra y media Europa está llena de abuelos y abuelas con su bici a todas partes. Además allí sí llueve y nieva de verdad. Es un ejercicio de baja intensidad que te ayudará a estar como un chaval.
9. Tardaré más que en coche: piensa que no vas a tener que buscar aparcamiento, saldrás el primero en los semáforos y los desplazamientos son normalmente muy cortos. 20 kilómetros por hora serán más rápidos que 50.
10. Tengo que comprar una bici especial: que no, que no. Esa que tienes de cuando eras adolescente te vale. Llévala a un buen taller y que la den un buen repaso. Con lo que te ahorrarás en gasolina y bono bus te podrás comprar un súper pepino.
11. Es sólo para hippies y sociatas: parece que no has entrado hace mucho en una tienda de bicicletas. Hay precios para todos los bolsillos, desde 100 € hasta varios miles.
12. Hay que estar “cuadrado”: la bicicleta es un ejercicio muy suave y estamos hablando de pequeños desplazamientos. Además existen ayudas eléctricas en muchas bicis que te ayudarán a subir la cuesta. Y recuerda, lo que subes, luego será bajada.
Ahora que ya no tienes excusa, prueba una vez a la semana en agosto, te gustará.