Sueca (Valencia)
Para los amantes del Mediterráneo y de su cultura, Sueca siempre es un buen destino. Capital de la comarca de la Ribera Baja, tiene todos los elementos para disfrutar de la buena vida: playas abiertas de arena fina, naturaleza que dibuja paisajes de los de enmarcar -forma parte del Parque Natural del la Albufera-, tradiciones, patrimonio histórico que merece la pena conocer, fiestas...
Precisamente este 8 de septiembre celebran la festividad de Mare de Déu de Sales, con pasacalles y mascletada. Y el domingo 13, la Fiesta del Arroz, declarada de Interés Turístico Nacional. En ella se celebra el famoso concurso internacional de paellas, y el listón está muy alto: como buena capital del arroz, esta localidad tiene fama de preparar algunas las mejores paellas del país. Ahí queda eso.
La Graciosa (Las Palmas)
Al noroeste de Lanzarote se encuentra una isla en la que ni siquiera un adicto al trabajo sería capaz de pensar en algo que no fuera el paraíso. Se trata de La Graciosa, a la que llaman la octava isla, un lugar sin carreteras ni nada que recuerde el mundanal ruido donde apenas viven 650 personas. Lo mejor son los colores de esta espectacular isla, con playas en las que perderse de verdad el tiempo que uno guste. Un auténtico lujo.
Oviedo (Asturias)
Es otro buen destino que siempre deja con ganas de más, sobre todo si pasáis por allí entre el 11 y el 21 de septiembre, cuando se celebran las Fiestas de San Mateo. Además de que pasear por su casco histórico con aire decimonónico siempre es una gozada y que los aficionados a la buena comida tienen garantizado el disfrute en esta ciudad, durante las Fiestas de San Mateo encontrarás una buena selección de conciertos en la Catedral y en la Ería, un programa especial de teatro, el concurso de Rock y, sobre todo, mucha fiesta en la que lo complicado es aburrirse.
Cartagena (Murcia)
Además de su espectacular Teatro Romano, Cartagena tiene un buen listado de encantos que cuentan con la virtud de transportarte sin esfuerzo a otras épocas. Dentro de unas semanas, entre el 18 y el 27 de septiembre, ponen ese viaje en el tiempo en bandeja porque se celebran las espectaculares Fiestas de Cartaghineses y Romanos, en las que toda la ciudad se vuelca. Durante esos días, Cartagena se convierte en la urbe que fue en el año 209 a.c., rememorando el desembarco y la toma de la ciudad por las tropas romanas de Escipión. Diez días de celebraciones por todo lo alto que merecen una visita de las buenas. Para los que tengan morriña de playa, las espectaculares playas de Calblanque estan solo a unos kilómetros. ¡El paraíso!
Menorca (Baleares)
Si el verano te ha sabido a poco, volver a la playa, y a una de las paradisíacas, no tiene por qué quedar tan lejos. En estas fechas aún suele hacer buen tiempo en Baleares, y pegarse un buen homenaje haciendo un viaje relámpago a la alucinante Menorca siempre es buena idea.
Ya sabes lo que te espera allí: calas de escándalo, playas de aguas cristalinas y arena finísima, rutas para caminar o ir en bici atravesando paisajes preciosos... Además, entre el 6 y el 9 de septiembre se celebran las fiestas de Mahón, con su famosa Colcada. Apúntatela porque esta celebración es espectacular.
Peratallada (Gerona)
En el Bajo Ampurdán, a menos de 20 kilómetros de la costa, se encuentra una de esas localidades en las que es fácil olvidarse del estrés y las obligaciones. Su histórico castillo, la iglesia de Sant Esteve o el Palacio son sólo algunas de las joyas que esconde Peratallada, uno de los conjuntos medievales mejor conservados y todo un regalazo para los amantes de la arquitectura de esa época.
A principios de octubre se celebra un Mercado medieval al que no le falta detalle. Rememora una gran feria que se celebraba el primer fin de semana de octubre. Y lo hace aprovechando como escenario las calles y plazas del casco antiguo. Un destino perfecto para regalarse una mejor vuelta a la oficina.
Lekeitio (Vizcaya)
Para los que añoren el ambiente del Cantábrico, una muy buena opción es la localidad vizcaína de Lekeitio, un enclave marinero que aún mantiene sus tradiciones y en el que se encuentra el Lagar de Txakolí más antiguo que se conserva en Euskadi.
Darse una vuelta por su casco histórico, viendo palacios y las antiguas casas de marineros, conocer el Faro de Santa Catalina o pasear junto a la Basílica de la Asunción son algunos de los imprescindibles. Además, hace unos días comenzaron las Fiestas de San Antolín, en las que uno de los platos fuertes es el ‘Antzar Eguna’ o día de gansos, que se festeja en el puerto.l "
Cuenca
Las casas colgadas sobre la hoz del Huécar, la Plaza Mayor o la Catedral de Santa María y San Julián no son los únicos atractivos de Cuenca. Esta ciudad tiene muchas otras sorpresas que pueden ayudarte a que la vuelta a la rutina se haga menos cuesta arriba. Entre ellas, las Fiestas de San Mateo que se celebran en unos días, donde hay desfiles de peñas, conciertos, verbenas... En ellas toda la ciudad sale a la calle para pasárselo en grande.
Si pasas por allí, tienes que probar sí o sí la zurra, hecha con vino blanco, azúcar y limón. Y seguramente, repetirás: dicen que quien va por San Mateo a Cuenca siempre vuelve.