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Barcelona, ciudad cosmopolita con una antigua historia

Cuando pensamos en Barcelona se nos viene a la mente automáticamente una ciudad llena de turistas tanto europeos como de otras partes del mundo que vienen a recorrer sus calles, que vienen a conocer su cultura o que vienen a disfrutar del arte plasmado en todas partes: edificios, parques, balcones... Una urbe moderna pero que cuenta con una larga historia que data del neolítico y que siglos más tarde fue habitada por una colonia romana que le dio el nombre de Barcino. Desde el siglo I a.C. ha llovido mucho, pero no podemos perder de vista larga tradición que se ha ido consolidando con el paso de los años.

  • Mercado de la Boquería (flickr | Adriano Agulló - imagen con licencia CC BY 2.0).

La mezcla de culturas que ha ido dejando huella en esta tierra a lo largo de los siglos se puede descubrir entre restos de murallas o edificaciones y en la ciudad hay diferentes guías turísticos que llevan a los viajeros por los rincones más ocultos, donde cuentan sus historias, sus secretos, donde dan al visitante una visión completamente desconocida de la realidad. Si vas de visita a la ciudad condal no te pierdas las rutas por estos lugares:

La historia de sus calles

El origen de la conocida Rambla proviene de la época árabe y hace referencia a la cantidad de agua que bajaba de la montaña cuando llovía. Una vez construyeron el Hospital, Las Ramblas pasaron a ser una calle en la que la gente solía pasear, pues el resto de calles eran, y aún hoy lo soy, demasiado estrechas, construidas de esta forma para que sus casas se mantuvieran frescas en los meses más calurosos del año.

Como ocurre en la mayoría de pueblos o ciudades de nuestro país, muchos de los nombres de sus vías tienen origen en los oficios que había en otras épocas, sobre todo hacia finales de la Edad Media. Por eso encontramos calles como la de la zapatería, la peletería, los algodoneros…

Presencia de Gaudí

Sobra decir la importancia que el paso del artista dejó sobre las calles barcelonesas y es que, en prácticamente cada rincón, podemos encontrarnos con su sello. El Paseo de Gracia con la Casa Milà donde en su fachada aparecen representadas las olas del mar y la Casa Batlló que hace una referencia a la leyenda de Sant Jordi, de la que se dice surgió cuando San Jorge derribó al dragón que quiso acabar con la vida de la hija del rey, son sólo algunos ejemplos de la riqueza arquitectónica de la zona.

No podemos dejar escapar el Park Güell en el que naturaleza y arquitectura se combinan tan a la perfección que parece que se fundieran en una sola. Además, uno no puede perderse otros puntos como el Palau Güell, la Casa Calvet o la Torres Bellesguard.

Los aires masónicos

Siguiendo con la historia que nos dejó Gaudí, paseando por las calles barcelonesas percibiremos la influencia masónica que tenía el artista entre el Barrio Gótico y el Born, con simbología oculta que sólo pueden descifrar aquellos que siguen la masonería muy de cerca y saben cómo interpretarla. Por ello es recomendable que a quien le llame este tipo de sociedades secretas se anime a contratar la ruta dirigida por un experto que desvelará todos los misterios, los códigos, los símbolos como el número 33 que aparece en sendos lugares… Sin duda de las rutas más interesantes que puede haber en la ciudad condal.

Presencia medieval y gótica

Uno de los más importantes y antiguos barrios de Barcelona cuenta con edificaciones calles, basílicas, cementerios e incluso, entre otros, la antigua sede de la Santa Inquisición. El centro histórico mantiene prácticamente intacta su estructura, ya que no se comenzaron a hacer nuevas construcciones hasta el siglo XIX en el que derribaron murallas y algunos de los cementerios que había junto a las parroquias los transformaron en plazas públicas.

No hay que perderse la visita a la Plaça Nova, donde se alza la Catedral de Barcelona. Si se quiere pasar dentro del edificio es recomendable acceder por el claustro, ya que es la parte más antigua y desde ahí se seguirá la ruta en orden cronológico dentro del templo. En esta misma plaza se pueden ver otras arquitecturas medievales como el actual Museo Diocesano o el Palacio Episcopal. En Nova también encontramos restos mucho más antiguos como la puerta de entrada de la antigua muralla de la época romana o la reconstrucción de un antiguo arco que formaba parte de un acueducto.

Gastronomía en mercados

Nada como despertar los 5 sentidos para aprovechar al máximo el viaje a Barcelona, lugar en el que abundan mercados donde el trajín del día a día por parte de autóctonos y vendedores se mezcla con la presencia de turistas que, como tú, quieren descubrir a qué sabe un lugar con tanta historia.

Así pues, un ejemplo es el mercado de la Concepción, situado en el Eixample, que te sorprenderá por ese aire londinense que allá por el siglo XIX comenzó a utilizar el hierro y la forja para llevar a cabo la estructura. El de la Boquería forma parte de la historia de La Rambla, donde antiguamente se encontraban vendedores ambulantes y poco a poco se edificó este mercado con la intención de aunar aquí todos los servicios que los barceloneses necesitaban. Pero estos son sólo dos ejemplos del total de 40 mercados destinados a alimentación y otros 6 de diversas temáticas que hacen que Barcelona sea de las pocas ciudades en las que se encuentre tan inmensa variedad de estos lugares.  

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