Destinos

Gerardo Olivares: Viajes a lomos de una cámara

Lo de Gerardo Olivares estaba cantado ya desde pequeño: quería estar lejos de casa, muy lejos. Lo suyo no era seguir las normas, ni en el colegio ni en la vida, y a los veinte años, (en 1987) vio su oportunidad en una vespa, la de su hermano, que pidió prestada para irse al Cabo Norte.

Allí realizó su primer documental sobre los nómadas lapones y descubrió sus dos grandes pasiones: viajar y contar historias a través de una cámara. De regreso a Madrid, el reportaje fue publicado en la revista Los Aventureros, y meses más tarde entró a trabajar en ella bajo las órdenes del viajero y reportero Enrique Meneses, a quien siempre ha considerado como su gran maestro.

Desde aquel momento, este cordobés siempre sonriente, no ha parado de viajar por el mundo y de hacer documentales primero y después películas para la gran pantalla, hasta convertirse en un reconocido y premiado director de cine. Tras la aventura lapona, no era cosa de quedarse quieto y al año siguiente decidió cambiar de escenario y de vehículo: sustituyó la bicicleta por un Seat Panda y se largó a recorrer buena parte del Sahara, un desierto que le sigue atrayendo poderosamente y que ha recorrido en múltiples ocasiones.

Allí, en la soledad del desierto, comenzó a madurar lo que sería su primer gran proyecto documental, "La Ruta de las Córdobas", un viaje desde Alaska hasta la Tierra del Fuego, siguiendo las 36 ciudades, pueblos y accidentes geográficos con el nombre de Córdoba. Durante un año y medio recorrió la espina dorsal del continente americano en tres vehículos todo terreno, y el resultado fue una serie de ocho capítulos emitida en 1992 por TVE con gran éxito de audiencia. Dos años más tarde, en 1994, circunvaló también por tierra el continente africano, desde Marruecos hasta Sudáfrica, y luego hasta Egipto.

África también se le quedó pequeña, así que, cual Marco Polo de nuestro tiempo, emprendió su gran aventura asiática: seguir la ruta de la Seda en dos camiones, desde España hasta Singapur para filmar una nueva serie "La Ruta de Samarcanda”, con la que comenzaría su carrera de premios: fue el primer español que ganó la Espiga de Oro de la Seminci de Valladolid (con “14 kilómetros”), ha sido el primero en rodar un filme de ficción rodeado de lobos. Y ahora va a ser el primero que ruede con orcas, en la Patagonia...  y en inglés, que dirían los clásicos.

Cada vez tiene más proyectos cinematográficos, siempre con un punto de anclaje en el documental, en los casos reales que va encontrando en sus viajes, pero no deja de ser lo que fue en sus orígenes: un apasionado por el viaje y las culturas del mundo. Dice que entre todos los países que ha visitado se quedaría con Mongolia y Níger, dos territorios en los que filmó dos de sus películas más emblemáticas: “La gran final”, una comedia con la que debutó en las salas de cine, rodada en parte en Mongolia y “14 kilómetros” rodada en parte en Níger, sobre el drama de la emigración subsahariana hacia Europa.

La gran campanada la dio sin embargo con un rodaje en España: “Entrelobos”, uno de sus rodajes complejos que al final dio su merecido fruto. A Olivares le inspiran los casos reales (Entre lobos era la historia de un chaval, Marcos Rodríguez), y su nuevo rodaje lo será también. En la península Valdés, en la Patagonia (Argentina), donde hay una familia de orcas que usa para cazar una técnica extraña: el varamiento intencional. "Solo lo hacen esas orcas, nueve, de las 60.000 que hay en el planeta. Yo he visto cómo una madre se lo enseñaba a su hija sin presas delante, es decir, que le daba clases teóricas. Se transmiten la información entre generaciones". Lo peligroso para las orcas es que llegan tan cerca de la orilla para atrapar focas que podrían quedarse fuera del agua. Y allí hay está un hombre, Roberto Bubas, que un día se quedó allí para estudiar este hecho, y que poco a poco cogió confianza, tanta que ahora les toca la armónica y las orcas bailan para él. Bubas se hizo famosísimo en Argentina, y las televisiones le sacaron en múltiples reportajes. Uno de ellos provoco una emoción brutal en un niño autista en Buenos Aires, y su madre decidió llevarlo hasta la península Valdés. Y por ahí va la película.

Pese a los éxitos y la popularidad que da el cine, Gerardo sigue considerándose ante todo un viajero, al que le atraen peligrosamente los ambientes hostiles y en situaciones extremas. No hay más que ver sus películas para darse cuenta. Y no hay más que conocerle para saber que estamos ante uno de los grandes viajeros de nuestro tiempo, un digno heredero de una larga, larguísima saga de curiosos hispanos de los que nadie pudo retener en casa.

Filmografía de Gerardo Olivares

La Ruta de las Córdobas (1992)
La Ruta Alternativa (1993)
La Ruta de los Exploradores (1994)
La Ruta de Samarkanda (1997)
Herederos de Gengis Kan (2000)
Fantasmas de Sulawesi (2000)
Hijos del Jaguar (2000)
Tibet, Libertad en el exilio (2002)
El Desierto de los Esqueletos (2001)
Bajo la sombra de los Annapurnas (2003)
Mekong, el río de los nueve Dragones (2001)
Moradores del Himalaya (1999)
Una nube sobre Bhopal (2001)
Herederos de la tierra (2002) (miniserie)
El hambre en el mundo explicada a mi hijo (2002)
Caravana (2004)
El Tercer Planeta (Director de rodaje)
Últimos Paraísos (Director de rodaje)
Supervivientes del Planeta (Director de rodaje)
La Gran final (2006)
14 kilómetros (2007)
Somalia, un mundo aparte (2007)
Cazadores (2007)
Bazares de Oriente (2007)
Entrelobos (500.000 espectadores) Sexta película española más taquillera de 2010.
Marcos, el lobo solitario.
El Faro de las Orcas (Preproducción)

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