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La Morcuera, Las Presillas y El Purgatorio: clásicos de la Sierra de Madrid

En Madrid no hay –de momento– un Parque Nacional. Hay muchas voces a favor y otras muchas en contra y aunque parezca sorprendente, también ecologistas dicen que no es tan Parque Nacional lo que se propone.

Lejos de polemizar, os invito a conocer uno de los rincones clásicos de la Sierra, ahora que hemos tenido una primavera más que generosa. Acerquémonos a uno de los saltos de agua que nos brinda la cabecera del río Lozoya.

Estamos en el Parque Natural de la Cumbre, circo y lagunas de Peñalara, uno de los hitos del conservacionismo y lo que podría ser la zona de máxima protección del Parque Nacional y eso se nota. Concretamente en la zona de la Morcuera, estribo sur del alto valle del Lozoya.

Vamos a seguir el Arroyo del Aguilón, que esta primavera está a reventar de agua, lo que las nutrias y anfibios que lo habitan agradecen sin duda. Lo haremos por la Ruta Verde 6, en un impresionante bosque de melojo y pino silvestre que nos enseñará que Madrid no es sólo asfalto.

¿Dónde empezamos? Tenemos básicamente dos opciones: salir desde el Monasterio del Paular, en el Puente del Perdón, o recortar unos tres kilómetros y partir de la zona recreativa de las Presillas. La ruta comienza en el Puente del Perdón, restaurado en 1992 y tomaremos las indicaciones de RV-6, para desviarnos más adelante y a la izquierda, en el km 10, hacia el desvío de las pozas y saltos de agua del Purgatorio.

El paisaje que vamos a recorrer será en las partes bajas un melojar más o menos aclarado que va dejando paso al pino silvestre a nada que subimos y en muchas zonas donde se ha utilizado para reforestación. Según vamos ascendiendo hacia las cascadas del purgatorio, los impresionantes bolos graníticos harán más escasa la vegetación y provocarán que el Arroyo del Aguilón vaya encajándose formando preciosos saltos de agua y pozas cristalinas.

Recorreremos los ecosistemas mejor conservados del Parque Natural, donde coexisten los usos tradicionales ganaderos. Los animales pastan a su aire entre pinos, melojos, abedules y fresnos y que permiten a la rica fauna serrana desarrollarse sin problemas.

Para los ciclistas, deciros que si bien la RV-6 está balizada y accesible, el ascenso al purgatorio está prohibido por la alta sensibilidad del arroyo. No obstante, os recomiendo seguir hasta el puerto de la Morcuera, algo durillo pero en un entorno que vale la pena, pues disfrutaremos de otro ecosistema de la sierra, el piornal, donde las condiciones invernales son extremas.

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