Experimentar la velocidad
Los amantes del motor y de las grandes sensaciones pueden aprovechar este fin de semana largo para pisar el acelerador y dejarse llevar pilotando un Ferrari entre las sinuosas curvas que las carreteras y circuitos madrileños tienen a su disposición. Además puede ser el pretexto ideal para pasar un día diferente sin que suponga irse lejos y diciendo adiós a los planes típicos.
Por lo general donde se practica esta actividad suele ser cerca de pueblos de la sierra en los que se puede hacer algo de turismo rural, aunque también los hay próximos al centro por si se quiere aprovechar para hacer unas compras después o una visita turística en la capital.
Sobrevolar la ciudad
Por lo general vamos siempre llenos de prisas, de un lado a otro, del trabajo a casa, de casa al trabajo y no tenemos ni un momento para tomar aire, pararnos a observar el lugar en el que vivimos, sus calles, sus edificios… Quizá sea por eso una buena opción la de dar un paseo en helicóptero y divisar desde ahí arriba, a vista de pájaro, cómo la un se ha ido abriendo paso con el transcurso de los años.
Unas vistas que uno no puede perderse son las de Barcelona, bañada por su costa, con el Puerto Olímpico en un lado, el Word Trade Center con sus empresarios yendo de un lugar a otro, la majestuosa Estatua de Colón vigilando Ciutat Vella… Lo mejor es que un guía proporcione toda la información al visitante sobre aquellos lugares por los que se vuela.
Recorrer las calles en bicicleta
Una buena forma de hacer turismo por el centro, sobre todo ahora que cada vez se está poniendo más de moda, es a golpe de pedal en una bicicleta de paseo o eléctrica. Recorrer los rincones almerienses, las mallorquinas o las malagueñas de forma tranquila, a tu ritmo, sin prisa, fijándote en cada rincón, reconociendo diversos aromas y disfrutando con los tuyos, será un excelente modo de relajarse en un día de puente.
En algunos sitios puedes encontrar visitas guiadas en bici donde un especialista en turismo y viajes se ocupa de explicarle al grupo los secretos que guardan los lugares urbanitas. Hacer ejercicio al aire libre por un casco urbano sin duda aportará una perspectiva nueva de la misma, por lo que uno no puede perderse esta oportunidad.
Pasar el día en el parque de atracciones
Una de las opciones típicas, pero no por ello menos recomendable, es la de ir a pasar un día en familia a un parque de atracciones. Es el plan ideal para los más peques de la casa pero también para los mayores que en ciudades grandes como Madrid, Barcelona o Sevilla, pueden encontrar estos parques temáticos ubicados casi en el centro urbano. Montañas rusas, coches de choque, atracciones de agua, sillas voladoras etc., pueden hacer olvidar a uno los problemas de la rutina diaria y desconectar soltando adrenalina por cada rincón.
Una de las características que hacen más accesible su visita, es que están perfectamente comunicados por lo que no habrá excusa para disfrutar de este tipo de ocio. Este clásico de la diversión es un valor seguro.
Caminar entre animales
Cuando hablamos de safari, automáticamente nuestra memoria visual nos lleva a las extensas llanuras de la sabana africana. Pero no hay que irse tan lejos para poder admirar a los animales que en ella conviven. En provincias como Granada, Alicante o Badajoz se puede disfrutar de este maravilloso espectáculo de la naturaleza. Leones, tigres, jirafas, elefantes, llamas, etc., todos en libertad campando a sus anchas prácticamente como si estuvieran en casa.
Con recorridos en coche y a pie, esta opción se convierte en una alternativa para alejarse del ajetreo de la gran ciudad a pocos kilómetros de casa. No olvidar que es una magnífica opción también para los más pequeños.
