Destinos

Cinco planes para ‘playafóbicos’

Por mucho que a los fans de las playas les parezca extraño, no todos los habitantes del planeta Tierra son amantes de la arena, el mar y el sol. De hecho, hay quien no soporta esa combinación. Por eso cuando escuchan frases como “en cuanto pongo un pie en el mar, se me olvida el atasco” o “qué ganas de playa”, se les ponen los pelos como escarpias. Se trata de un odio tan respetable como otro cualquiera, que nadie dijo que las fobias tuvieran algo de lógicas. Y no por padecerla toca encerrarse todo el verano en casa a la espera de que llegue un frente frío y a los amigos se les pasen las ganas de playa. También existen planes, y muy apetecibles, para ‘playafóbicos’. Ahí van cinco de ellos.

  • El Camino de Santiago es otra buena alternativa si no te gusta la playa (Gtres).

Viva la vida cultural

Exposiciones, conciertos, festivales, cines de verano, teatro... En verano se multiplican las excusas culturales para salir a la calle a disfrutar de cualquier tipo de arte. Porque se trata precisamente de eso: de no quedarse en casa, culturizarse un poco y después, si se tercia, tomarse unas cañas. Algo así como en Vale, el corto de Amenábar. En la red encontraréis literalmente miles de páginas donde informan de todos los eventos culturetas de la semana en cualquier rincón de España.

Aficiones con gusto

Otra virtud del verano es que suele dejar algo más de tiempo para cultivar las aficiones. Los afortunados con jornada reducida o largas vacaciones que además son enemigos de la playa encontrarán ahora el momento perfecto para hacer de esa afición que cultivan desde hace años un hobby más serio, hasta profesional si se quiere. De hecho, según el estudio de Visa Europe “Everyopne in Business”, el 66% de los españoles tiene un hobby que podría convertir en negocio. Por eso es buen momento para cursos de fotografía, de ganchillo, de jardinería, de cocina exótica, de confección de alpargatas, de encuadernación japonesa, de tocados... Opciones hay tantas como se te pasen por la cabeza. Encontaréis muchas de ellas (y algunas que nunca habíais imaginado) en páginas como The Hobby Maker o Apréndelo.

De bodegas

Uno de los conocimientos más prácticos que existen por aquello de que podemos utilizarlo cada vez que vamos a cenar es saber algo de vinos. Para los que no somos expertos, el verano es una época tan buena como cualquier otra para aprender. Una opción que tiene su aquel es la que proponen en  Turismo de vino, que incluye una ruta con actividades por el viñedo, visita a bodega de cosechero y al calado subterráneo, cata en barrica y hasta un vino con tu propia etiqueta por si querías llevarte un recuerdo. Pues eso, bodegueros por un día.

Camino de Santiago

Hacer el Camino de Santiago es un planazo para el que sólo hay que disponer de algo de tiempo y muchas ganas, requisitos que suelen darse en verano. La cantidad de caminos dentro del propio camino ofrecen decenas de opciones para todos los gustos, así que no hay excusa posible, ni siquiera aunque haga calor. De verdad de la buena que es de los planes que si no habéis hecho aún, no os va a decepcionar. ¡Palabra!

Rutas en bici

Para los más animados y con menos miedo a las altas temperaturas, las rutas en bici son otra muy buena alternativa a las playas de la que se puede disfrutar en verano. Entre las posibilidades están las de conocer todo un valle o una comarca, recorriendo la zona durante varios días o escapadas rápidas que comienzan y terminan en una mañana. Si buscáis “inspiración”, en webs como Cicloide tenéis algunas opciones. ¡Buena ruta!

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