¿No te cansas de viajar?
La verdad es que de lo que me canso es de no viajar. Llevo un mes en casa y estoy que me subo por las paredes.
Ahora que estamos tan orgullosos de nuestras cifras de visitantes, ¿te gusta el modelo de negocio turístico en España? En tu opinión, ¿qué habría que cambiar?
Se han hecho muchos (y algunos, incluso buenos) esfuerzos por cambiar el modelo de sol y playa, pero al final hay que rendirse a la evidencia: la gente lo que quiere es sol y playa. ¡Lucha a muerte contra el gotelé, las colchas sintéticas y las cortinas rosas en los hoteles! ¡Abajo la sangría de garrafón! ¡Al paredón con las paellas precocinadas! Un restyling de nuestra hotelería playera no nos vendría mal.
Seguro que hay sitios a los que no te gustaría volver…
Soy un viajero muy facilón: disfruto con casi todo. Y soy de los que piensan que en cualquier lado encuentras una buena experiencia. Pero no es menos cierto que hay lugares y países que no aguantan una segunda pasada. Con una vez basta (no diré cuáles, por si tengo que volver)
¿Te atreverías a hacer un ranking de sitios feos?
Uf, me pones en un compromiso pero haberlos, haylos.
¿Cuáles son las cosas que más te molestan en un viaje?
Un compañero/a sin sentido del humor, un compañero/a que hable demasiado, un compañero/a que no disfrute de una buena cerveza o una copa de vino en el momento debido.
¿Cómo ves el futuro del periodismo de viajes...?
Lo veo prometedor, aunque tengo claro que no tendrá nada que ver con lo que hace apenas unos años pensábamos que iba a ser el futuro del periodismo de viajes. Cada vez hay más oportunidades y formas de contar cosas, pero todo cambia a tal velocidad que o despabilas... o te lleva el tsunami.
¿Qué destinos nos recomiendas para este año?
El sur de África, una de mis zonas favoritas en el mundo. O cualquier país del sudeste asiático, otro sitio que me enamora. Personalmente, volvería a Madagascar.
¿Y en España?
Me gusta mucho Andalucía. Y la España verde: Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra… quizá porque soy de secano. Y por supuesto, los Pirineos.
¿Podrías hacernos un análisis del turismo de aventura?
Pues ha vivido la curva de desarrollo de todo boom: nacimiento, crecimiento exponencial sin sentido ni planificación (todo el mundo quería tener un rafting en su municipio, aunque estuviera en Los Monegros), caída y estabilización de la oferta y la demanda. Ahora mismo se ha serenado y es un producto que funciona bien donde tiene que funcionar.
Y eso del turismo rural... ¿Hacia dónde va?
Otro que tal. Misma curva de desarrollo solo que los pobres están ahora en plena fase de caída. Se dieron subvenciones y se potenció la creación de casas rurales durante años sin sentido, sin planificación y sin criterio. Que haya más de 500 casas rurales en una sola provincia es una aberración. Ese exceso de oferta sumado a la crisis ha sido demoledor. Era un mercado necesario y la mejora del alojamiento rural y la creación de buenos establecimientos en zonas antes desabastecidas de esta oferta han sido claves para el desarrollo del turismo de interior.
¿Dónde te gustaría ir y no se tiene tiempo todavía?
Más que a dónde, te diría cómo: a donde sea, pero más despacio. Dedicarte profesionalmente al mundo de los viajes es un sueño, hacer de tu hobby tu trabajo, ¡casi nada! Pero algún peaje debes pagar, y ese tributo es que vas a muchos sitios, pero siempre muy deprisa, porque hay un condicionante comercial. Ya lo dejó escrito Billy Wilder: "Nadie es perfecto".
¿Ahora, a dónde nos vamos?
No lo sé. ¿A tomar unas cañas?
