En los últimos años, a sus óptimas condiciones deportivas se han unidos algunos ejemplos de hotelería de lujo, que tienen en el esquí y en el senderismo sus grandes referentes. Rosapetra es un perfecto refugio para el esquiador que necesita algo más que nieve. Ellos han sido pioneros en el concepto de confort tecnológico. Aquí la gente puede disfrutar de la naturaleza, pero de un modo sofisticado. Mucha madera en toda la decoración pero con ese toque diferente que aporta el diseño italiano.
Los amantes de la gastronomía tienen la obligación de disfrutar de La Corte del Lampone, que ofrece grandes platos de la cocina del Veneto y una excelente colección de los quesos de la zona con el Bigoli, esos tallarines oscuros tan especiales, y la repostería de la zona, que participa de la almendra y el azúcar. Por supuesto están sus quesos, piezas obligadas. El Morlacco, el Caciotta, el Tosella o el Piave son una buena manera de empezar a disfrutar de un mundo distinto.
Otro punto fuerte es el spa del hotel. La iluminación de sus piscinas crea un ambiente perfecto para volver a sentir nuestra musculatura después de una jornada deportiva. La parte de masajes y tratamientos puede crearnos adicción… En las montañas, el placer está más cerca del cielo.