Cuando has visto una serie en versión original, volver al doblaje no suele ser lo mismo. A veces incluso es traumático y comprendes por qué esa comedia que a ti te encantaba no le hace ninguna gracia a nadie de tu entorno. Doblar una comedia es díficil, muchas veces porque se pierden giros y juegos de palabras, otras porque es imposible imitar al original. Otras porque parece que ni siquiera se han molestado en escuchar la serie original para escoger a los dobladores.
Modern family, The Big Bang Theory, The IT crowd… ¿Por qué la secuencia que te hizo retorcerte de risa ahora te da vergüenza ajena e intentas mirar hacia otro lado para esquivar la mirada furibunda de tu padre, que se pregunta por qué le haces pasar por este suplicio? ¿Por qué te sientes como si hubieras cometido varios asesinatos en serie por haberle recomendado esa serie a tu hermana, tu compañera de trabajo o tu primo y asegurarle que se iba a partir?
Y hablando de asesinos en serie, no se puede pasar por alto el doblaje de Dexter. Vale que el personaje que interpretaba Michael C. Hall en A dos metros bajo tierra no quedaba excesivamente desvirtuado por esa voz que nada tiene que ver con el vozarrón profundo del actor. Pero claro, una vez te asignan a un doblador, con él te quedas, y eso es lo que le pasó al pelirrojo. Las introspecciones en voz en off de Dexter por las oscuras calles de Miami no son para tomárselas muy en serio según cómo se digan, sinceramente.
Aunque igualmente traumático es cuando el doblaje muere de éxito y el actor queda anclado a un personaje por siempre jamás. Estás viendo a una actriz pero estás escuchando a aquel personaje de aquella serie que seguiste durante tanto tiempo. Da igual que estés viendo CSI Miami o que hayas ido al cine a ver Gravity, sólo puedes escuchar a Phoebe Buffay (Lisa Kudrow) y su “smelly cat, smelly cat”.
Volviendo a la categoría de “voces profundas de las que pasamos olímpicamente” acompañarían a Dexter otros dos personajes que estamos hartos de escuchar: Ted Mosby (Josh Radnor) y Tyrion Lannister (Peter Dinklage).
Pero si hay algo que no ha dominado el doblaje son los acentos extranjeros: o se pasan (Breaking bad) o directamente pasan (The Big Bang Theory). Uno de los mayores destrozos en esta categoría se lo han hecho a Sofía Vergara en Modern family, con el agravante de lo complicado que es adaptar un personaje hispanohablante al doblaje en español sin que pierda la gracia. En esta ocasión, ni que decir tiene que no lo consiguieron.