En la guerra de familias de Vocento sólo habrá perdedores. Al menos desde el punto de vista económico, tal y como coinciden fuentes del sector que apuntan a que el golpe de timón que encabezan los Bergareche y los Urrutia tiene como objetivo -por encima de las tensiones entre las sagas implicadas- poner fin a las pérdidas que todos están sufriendo. Para ello hay que desprenderse de activos. Mediaset España, según fuentes del sector, podría estar interesada en determinados medios.
La solicitud para renovar el órgano de gestión supone el primer paso en una operación que afectaría a la línea estratégica de Vocento: apuesta multimedia nacional apoyada en un negocio regional consolidado. Es necesario soltar "lastre". Determinados actores implicados hablan del principio del fin del grupo en su configuración actual, y apuntan a la necesidad de "desarmar" el conjunto.
Los Ybarra, por su parte, se "han quedado de piedra" e interpretan la solicitud de la Junta Extraordinaria por parte de las otras familias como una "deslealtad", aseveran fuentes del sector que apostillan que han puesto en un aprieto la estabilidad de la empresa y al actual consejero delegado, Luis Enríquez, ya que han matado su proyecto ante la ausencia de estabilidad accionarial en el corto plazo.
Es mejor tomar medidas ahora que dentro de un año, apuntan, en este sentido, otras voces que consideran que las familias que controlan el grupo cotizado no están dispuestas a seguir asumiendo más deuda financiera. Durante el último año, los accionistas de Vocento han estado pagando la crisis a costa de la línea de crédito, sin meter capital. En 2011, perdieron 53 millones de euros. Las familias no se ponen de acuerdo en nada y mucho menos lo van a hacer en poner dinero, apuntan. Los "conjurados" tienen como premisa evitar una OPA para ahorrarse el dinero que supondría. Por ello, las Luca de Tena están "agazapadas" en este movimiento.
El negocio regional resiste mejor
Las pérdidas de ABC y Punto Radio, sumadas a la evolución negativa prevista en los próximos años, han puesto "en el ojo del huracán" tanto al rotativo centenario como a la emisora, explican otras fuentes. Las pérdidas de la cabecera nacional rondan los 17 millones de euros y las de la radio 10. La difusión de ABC está en mínimos históricos, poco más de 180.000 ejemplares, mientras que de la radio se desconoce si la renovación ha surtido efecto tras la decisión de anularse del EMG un año. Los periódicos regionales, sin embargo, están aguantando el tirón con mayor facilidad: "mejor los del norte que los del sur", añaden.