Algunos de los vocales que ya dejaron su puesto en el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) expresaron en reiteradas ocasiones su disconformidad -en sus votos particulares- sobre la forma en la que los independentistas utilizaban esta institución para hacer política y para atacar a los medios de comunicación que se encontraban fuera de su ámbito de competencias. Esas posiciones críticas ya no son habituales en el organismo, que en su nueva etapa está encabezado por Xevi Xirgo -biógrafo de Carles Puigdemont- y que cuenta con un Consejo mucho menos crítico con la Generalitat.

Recientemente, han difundido un informe en el que se analiza la cobertura informativa que realizaron los medios de comunicación en Cataluña durante las pasadas elecciones municipales. En el documento, se lanza un dardo a Antena 3 y Telecinco por enfocar la campaña electoral en clave nacional, en lugar de repartir su atención entre los diferentes territorios.

El exconsejero del organismo, Daniel Sirera, lamentó en varias ocasiones durante su mandato la forma en la que el CAC atacaba a las televisiones 'constitucionalistas' a través de su inclusión en sus informes. A su juicio, estos medios, con sede social en Madrid y cobertura en territorio nacional, no entraban dentro de la jurisdicción que por ley debe atender el CAC. De hecho -pese a ser licenciatarios en Cataluña- ni siquiera tienen desconexiones territoriales, de modo que sus noticias se dirigen a los ciudadanos de todo el país.

Lejos de tener en cuenta estos factores, el CAC analiza sus contenidos en su último 'estudio' y los lanza un ataque indirecto al asegurar que durante la campaña electoral centraron una buena parte de su noticiarios en las irregularidades del voto por correo y en el escándalo que generó la inclusión inicial en las listas de Bildu de etarras condenados por delitos de sangre. El organismo también señala que estos medios de comunicación presentaron las elecciones locales como una contienda entre PP y PSOE.

Duelo entre Sánchez y Feijóo

En concreto, el consejero Enric Casas afirma lo siguiente: “Han convertido las elecciones municipales y autonómicas en un duelo presidencialista entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo , en detrimento de las propuestas electorales de las diferentes candidaturas. Con el elemento añadido de que ninguno de los dos era candidato, lo que desvirtúa aún más el sentido de la cobertura de la campaña”.

No es ni mucho menos la primera vez que la autoridad de lo audiovisual catalana la emprende contra estos medios de comunicación. Basta recordar que su anterior presidente, el convergente Roger Loppacher, amenazó con iniciar un expediente contra la Cadena SER, Onda Cero y la COPE por negarse a emitir las cuñas de publicidad institucional sobre la consulta que convocó Artur Mas en Cataluña en 2014, declarada ilegal por el Tribunal Constitucional.

El CAC incluso llegó a criticar en aquella época contenidos que se emitían en Telemadrid, que es una cadena autonómica que no dispone de ninguna licencia de emisión en Cataluña. Sucedió en 2013 y le acusó de “fomentar el odio” y “perturbar la convivencia” por su línea editorial sobre los nacionalismos periféricos.

El regulador se muestra especialmente crítico en su último informe con Antena 3, a la que señala por dedicar el 70% al PSOE -33,4%- y el PP -38,5%- y por dedicar el 5,5% de la información política a describir hechos que resultan anecdóticos.

Algo similar sucede con Telecinco, a la que también apunta por invertir el 18% de sus noticiarios y programas de actualidad a hablar del voto por correo y el 10% a hacerlo de las listas electorales de Bildu.

Sobre los medios públicos catalanes -TV3 y Catalunya Ràdio- es más indulgente, dado que destaca que la mitad del tiempo que abordaron asuntos políticos lo emplearon en clave catalana, algo que entra dentro de lo normal si se tiene en cuenta que son empresas de titularidad autonómica.

Ahora bien, sus autores también subrayan que el peso de la información relacionada con los comicios del Ayuntamiento de Barcelona fue superior al que tuvieron otros municipios catalanes. Por tanto, manda un mensaje a los editores de los informativos públicos.

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