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Abril-Martorell ya manda en Prisa: los ejecutivos remplazan a los periodistas

El CEO termina con gestores históricos del grupo para reducir estructura, acelerar la migración digital y transformar la política comercial. En julio, al tomar posesión de su nuevo cargo, ya lo advertía. “Aunque mucho se ha avanzado en la refinanciación y restructuración de Prisa, todavía nos quedan importantes etapas que cubrir en los próximos meses".

 

  • Abril-Martorell, Juan Luis Cebrián e Ignacio Polanco.

Hace cinco años, tras el fallecimiento del fundador de Prisa, Jesús Polanco, se abrió en el mayor grupo de comunicación español un periodo de transición que ahora culmina. La vieja guardia deja paso a nuevos líderes. Fernando Abril-Martorell, flamante consejero delegado de Promotora de Informaciones S.A., es quien ahora lleva la batuta en una firma cotizada donde los números mandan ya más que las palabras. Esta semana ha fulminado a tres ejecutivos de la cúpula: Ignacio Santillana, director general, Augusto Delkáder, presidente de Prisa Radio (Cadena SER) y Javier Pons CEO de esa misma división. Dos ejecutivos históricos y un recién llegado con años de experiencia en la casa cesan en sus funciones para que profesionales de la confianza de Abril-Martorell se pongan al mando.

Los profesionales de la comunicación son sustituidos por expertos en finanzas. Una deuda astronómica –más de 3.300 millones de euros- para una empresa que trabaja en un sector en plena reconversión obliga a cuadrar el círculo para que restando los números rojos no sigan creciendo. Varios expedientes de regulación de empleo en diferentes medios de comunicación del holding, más otros que están por llegar son parte importante de la fórmula para cuadrar las cuentas. Los trabajadores, no obstante, están plantando cara a la adversidad y llevan a cabo medidas de presión para evitar el mayor número de despidos.

Fernando Abril-Martorell (Segovia 1962), hasta julio consejero delegado adjunto y director general financiero, llega a Prisa en abril de 2011 desde Credit Suisse, donde ocupaba el puesto de consejero delegado de España y Portugal. Este cambio le sitúa de nuevo en el mundo empresarial tras su exitosa carrera en Telefónica, compañía de la que lideró la privatización. En Prisa, ahora, Fernando Abril-Martorel ha tomado el control y lidera la remodelación de los altos ejecutivos, puestos donde al parecer recalarán profesionales de su confianza, tal y como ya ha llevado a cabo con el nuevo director financiero Javier Lázaro (Credit Suisse). José Luis Sainz, ejecutivo veterano del grupo gana cuota de poder. Hombre de confianza de Abril-Martorell, será el nuevo consejero delegado de Prisa Radio.

Fernando Abril-Martorell aseguró este viernes, mediante una nota interna a los trabajadores, que los cambios en el equipo de gestión buscan dar respuesta a los retos a los que se enfrentan las áreas de información del Grupo y pretenden contribuir a acelerar la migración digital y a alinear la política comercial, así como reforzar el enfoque en la gestión y el desarrollo del negocio en Latinoamérica. Remarca en la nota, asimismo, que tratan de simplificar la organización para hacerla más eficiente, unas palabras que presagian que nuevos profesionales del periodismo se verán obligados a abandonar el barco mientras los ejecutivos de las cuentas llevan el timon”.

La banca y Telefónica rescatan al grupo, pero las cuentas siguen sin cuadrar

Prisa reforzó su capital en junio con la incorporación en su accionariado de Telefónica y la banca acreedora, una operación que le ha permitido sanear  en parte su balance, reducir el endeudamiento e incorporar a un socio tecnológico estratégico. Para ello la Junta de Prisa aprobó la emisión de un bono dirigido a los acreedores bancarios para la conversión de parte de su deuda en acciones por 334 millones, un acuerdo garantizado por HSBCBanco Santander y Caixabank. Dio luz verde, asimismo, a la emisión de un segundo tramo de ese bono por importe de 100 millones de euros, que Telefónica se compromete a suscribir en metálico íntegramente.

Los números, no obstante, siguen sin cuadrar. Prisa obtuvo unas pérdidas de 61 millones de euros en la primera mitad del año, frente a un beneficio de 11 millones de euros el mismo periodo del ejercicio precedente. Los ingresos de explotación de la compañía alcanzaron en el periodo enero-junio los 1.277 millones de euros, lo que representa una caída del 5,4 por ciento en relación al primer semestre del año pasado. Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) cayó un  5,1 por ciento durante el primer semestre, hasta alcanzar los 209 millones de euros. 

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