Radiotelevisión Española tiene problemas presupuestarios. Tal es así que el director general corporativo, Federico Montero, ha enviado recientemente una carta a sus directivos en la que avisa de la necesidad de ajustar el gasto corriente lo máximo que se pueda ante la dificultad que existe para cuadrar las cuentas del ejercicio 2019.
En la misiva, a la que ha tenido acceso Vozpópuli a través del sindicato USO, Montero expresa la necesidad de que los trabajadores de la corporación aminoren en lo posible su gasto en "viajes y desplazamientos, transporte, energía, mantenimiento de equipos e instalaciones, impresión de papel, compra de equipos y accesorios informáticos, telefonía, televisores y (compra de) publicaciones".
La adopción de esta 'economía de guerra' es una consecuencia de que RTVE tenga que afrontar el año 2019 con los presupuestos que se diseñaron para 2018. Esto ha obligado a "reducir diversas partidas de gastos indirectos para no tener que aminorar otras ligadas al objeto" del negocio, según se expresa en la misiva.
Radiotelevisión Española contó el pasado ejercicio con 975 millones de euros para realizar su actividad. Esta cantidad procedía de varias fuentes de ingresos: por un lado, de los Presupuestos Generales del Estado; por otro, de las aportaciones de los operadores de televisión y de telecomunicaciones; por otro, de la tasa que cobra el Estado por el uso del espectro radioeléctrico -de la que RTVE recibe un porcentaje- y, por otro, de su facturación por patrocinios y ventas de contenidos a terceros.
El presupuesto se ha prorrogado durante 2019, ante la imposibilidad del Gobierno de Pedro Sánchez de sacar adelante sus cuentas para este ejercicio. Esto ha complicado la tarea de cuadrar el balance de RTVE, principalmente, porque la corporación tiene que hacer frente en estos doce meses a dos gastos adicionales que no existían en 2018.
Dos gastos extraordinarios
Fuentes oficiales de la corporación explican que la primera tiene que ver con el criterio que aplica la Agencia Tributaria desde finales de 2017, por el que las televisiones públicas españolas -tanto RTVE como las autonómicas y locales- ya no pueden deducirse la totalidad de este impuesto. Cuando se elaboró el presupuesto de 2018, no se tuvo en cuenta este aspecto, dado que Hacienda todavía no había cambiado su criterio con respecto a estos medios de comunicación públicos -que ahora considera 'empresas duales'-. De ahí que no se incluyera una partida adicional en la aportación anual de RTVE.
Por otra parte, la televisión pública estatal deberá hacer frente en 2019 a un incremento de sus costes de personal, que, según afirman las mismas fuentes, se debe al incremento salarial que se acordó para los empleados del sector público y al crecimiento vegetativo de la plantilla.
Según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Radiotelevisión Española empleaba a finales de 2018 a 6.458 personas, es decir, 163 más que el último día del ejercicio anterior. Los costes de personal ascendieron a 398 millones de euros durante el pasado año; y las estimaciones para 2019 apuntan a que el gasto en 2019 no será menor de 420 millones, lo que equivale al 43% de su presupuesto.
Esto, entre otras cosas, complica la tarea de elaborar una parrilla de programación competitiva, lo que afecta a su dato de audiencia, que ha decrecido progresivamente durante los últimos tiempos. En lo que va de mes, La 1 ha logrado un share medio de 8,8 puntos, lo que le sitúa más cerca del primer canal temático, FDF (2,9) que del líder de la TDT, Telecinco (15,4%).