El Tribunal de Cuentas ha difundido recientemente un informe en el que analiza la forma en la que Radiotelevisión Española realizó sus contratos en el período comprendido entre 2014 y 2019. Es decir, en un lustro en el que esta empresa de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales estuvo comandada por Leopoldo González-Echenique, José Antonio Sánchez y Rosa María Mateo.

La conclusión es que durante la gestión de los dos primeros "la entidad mantuvo la totalidad de su plantilla dentro de los límites establecidos en el Acuerdo Base para la negociación del II Convenio Colectivo de RTVE", que determina que su personal debe estar compuesto por un máximo de 6.400 personas, de las que 5.900 son de convenio y hasta 500 contratadas.

La situación cambió en 2018, que coincide con la llegada de Mateo a la corporación. Lo que ocurrió se resume en la siguiente cita: "La plantilla se incrementó entre el 1 de enero del 2014 y el 31 de diciembre de 2017 en un total de 10 efectivos (un 0,2 %), y en el bienio 2018-2019 en un total de 261 efectivos (un 4,3 %)".

Rosa María Mateo y Pedro Sánchez

Conviene recordar lo que pasó en aquel entonces. En junio de 2018, a los pocos días de que triunfara la moción de censura contra Mariano Rajoy y su gobierno, expiró el mandato de José Antonio Sánchez al frente de Radiotelevisión Española.

La primera opción que se barajó fue la de designar un Consejo de Administración provisional hasta que concluyera el concurso público que se había convocado para elegir al próximo presidente de la corporación, cuya resolución se retrasó en más de dos años como consecuencia de la estrategia política y los defectos de forma del procedimiento.

Ese 'Consejo temporal' nunca se conformó porque el presunto error de dos diputados socialistas impidió que las candidaturas presentadas obtuvieran la mayoría necesaria para prosperar. De este modo, se activó el 'plan B' que incluía el Real Decreto aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez -el primero del nuevo Ejecutivo-, que contemplaba el nombramiento de un administrador único provisional para dirigir de forma temporal RTVE, hasta que el Parlamento eligiera a su nuevo 'alto mando'.

Se estimaba que la elegida, Rosa María Mateo, iba a permanecer tres meses en el cargo, pero al final se mantuvo durante dos años y medio. En ese tiempo, los trabajadores más afines a la anterior Dirección -controlada por el PP- denunciaron una "purga" en Torrespaña por razones políticas. El Tribunal de Cuentas apunta ahora a las contrataciones que se realizaron en ese período.

Alta conflictividad judicial

El dosier incluye una tabla en el que se refleja la diferencia entre la política de recursos humanos que se realizó entre 2014 y 2017; y la que se puso en práctica en 2018-2019, con Rosa María Mateo al frente. En 2014, se firmaron 147 contratos temporales, frente a los 212 de 2015, los 167 de 2016, los 355 de 2017, los 584 de 2018 y los 922 de 2019.

De los 2.387 contratos temporales que se rubricaron en este período, un total de 1.506 se formalizaron en los dos últimos años. Por cierto, con una oposición interna muy inferior a la que existió en 2015, cuando la incorporación de algo más de una decena de trabajadores a Torrespaña provocó movilizaciones por el establecimiento de una "redacción paralela" compuesta por periodistas procedentes de medios conservadores.

El informe incide -en lo que respecta a contratos temporales y en prácticas- en que la corporación no justificó ni la excepcionalidad ni la urgencia que eran necesarias para cubrir esas vacantes. Al menos, en los distintos casos analizados por el Tribunal.

También pone el foco en la elevada conflictividad judicial que ha provocado la política de contratos temporales en RTVE, dado que se determinó que habían sido firmados en fraude de ley.

El informe cifra en "196 los contratos temporales que incurrieron en infracción de la normativa reguladora de esta clase de contratación, determinando ello el reconocimiento del carácter indefinido de la correspondiente relación laboral".

Esto -continúa el dosier- "pone de manifiesto la existencia de un significativo número de supuestos en los que RTVE ha podido incurrir en una gestión inadecuada de la contratación temporal, dando lugar a un incremento, inicialmente no previsto, de la contratación indefinida en los términos expuestos".

Directivos a dedo

Hay un apartado en el que se analiza los nombramientos y ceses de directivos y hace una serie de consideraciones sobre la metodología que aplicaron quienes comandaban RTVE en ese tiempo para conformar su 'alto mando'. En este sentido, el Tribunal de Cuentas apunta a que "no consta la existencia de norma o instrucción interna alguna en donde se defina de forma expresa el perfil de los puestos directivos con indicación de la formación, experiencia y otras cualidades profesionales que debieran reunir los candidatos al nombramiento para un determinado puesto de dirección".

También sugiere la existencia de 'dedazos' a la hora de designar a este personal. "La selección de las personas que vayan a ocupar un puesto directivo, sea de alta dirección u otro, no se lleva a cabo por medio de un proceso con publicidad que permita la libre concurrencia de los candidatos. Por otra parte, no consta que principios básicos de buena gestión como son los de mérito, capacidad e idoneidad figuren expresamente recogidos en la normativa interna de RTVE referida al personal directivo".

Durante la última etapa, presidida por José Manuel Pérez Tornero, y posterior al informe del Tribunal de Cuentas, se han publicado convocatorias para el nombramiento de personal directivo. Sin embargo, el pasado diciembre el líder de RTVE tuvo que comparecer en el Parlamento ante las sospechas de que algunos de estos procedimientos habían beneficiado a personas de su entorno. Dichas acusaciones fueron negadas por el aludido.

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