La prensa deportiva se encuentra inmersa en una crisis de varios niveles. Al primero se refería hace unos días Roberto Palomar en un artículo en el que lamentaba que los periodistas hayan contribuido a la “banalización de los contenidos”, la “infantilización del hecho deportivo” y a la “idiotización de la audiencia”. El segundo gran problema de este sector tiene que ver con el declive del papel, lo que ha provocado que la tirada de Marca, As, Mundo Deportivo y Sport haya mermado en casi 200.000 ejemplares en el último lustro.
La tercera patología es una consecuencia directa de la anterior, puesto que, en este tiempo, en el que la venta en quiosco ha caído de forma constante –y el aumento de la facturación en internet no compensa las pérdidas de la edición impresa-, la cifra de negocio de estas cabeceras ha descendido entre el 22,6 y el 34,56%.
Lo primero que hay que decir es que no todas las empresas han gestionado del mismo modo esta crisis del modelo de negocio. Basta con observar la última línea de sus informes anuales de cuentas para cerciorarse de ello. Entre 2012 y 2016, As registró beneficios de 24,14 millones de euros y Mundo Deportivo de 2,45 millones. La editora de Sport (Ediciones Deportivas Catalanas S.A.) declaró un déficit de 478.430 euros; mientras que Marca perdió 98,85 millones hasta 2015 –último dato incluido en el Registro Mercantil-.
La mayoría de las pérdidas de la cabecera de Unidad Editorial se deben al deterioro del valor de sus activos (75,06 millones), fruto de la elevada tasación que se realizó de los mismos en el momento de la compra de Recoletos por parte de Unedisa.
El rotativo dirigido por Juan Ignacio Gallardo contaba en 2012 con una cifra de negocio de 111,22 millones de euros, mientras que en 2015 había descendido hasta los 72,78 millones (34,5%). El golpe de sus competidores fue menor, aunque preocupante en cualquier caso. Los ingresos de Sport se aminoraron el 30,64%, los de As el 25,75% y los de Mundo Deportivo, el 22,6%.
La cifra de negocio de estas cabeceras ha descendido entre el 22,6 y el 34,56% desde 2012.
Sólo en 2016, la ‘recaudación’ de estas empresas cayó el 5,4% (Sport), el 3,2% (Mundo Deportivo) y el 2,65% (As), respectivamente, pese a la mejora de la economía española y pese al repunte que experimentó el mercado publicitario. Un año antes, la cifra de negocio de Marca descendió el 9,6%.
Pérdida de difusión
La pérdida constante y aguda de difusión explica, en buena parte, la complicada situación económica que viven estos periódicos. En 2012, Marca ponía en circulación diariamente 214.522 ejemplares, mientras que en 2016, de media, registró 139.097 (-33,63%). As, por su parte, contaba con una difusión de 180.014 números en 2012, frente a los 125.955 de 2016.
Mundo Deportivo ha pasado en este tiempo de 81.421 a 53.434 ejemplares; y Sport, de 76.637 a 48.235, según los datos de la Oficina para la Justificación de la Difusión (OJD).
Es cierto que las ediciones en internet de estas cabeceras han mejorado sus datos ostensiblemente durante este tiempo. El problema es que el negocio digital no es tan boyante como otrora lo era el del papel, lo que complica la vida de sus gestores, dado que la facturación que obtienen a través de su web no es suficiente para compensar la caída de las ventas de la edición impresa.
'Mundo Deportivo' ha pasado en este tiempo de 81.421 a 53.434 ejemplares; y 'Sport', de 76.637 a 48.235.
El declive de la prensa deportiva ha tenido un efecto directo sobre las plantillas de los diarios. En el año 2012, trabajaban para estas empresas un total de 560 empleados, mientras que actualmente lo hacen 499, según los últimos datos del Registro Mercantil, en los que no están incluidos -por ejemplo- los despidos que se produjeron en Marca el año pasado.
Curiosamente, los rotativos catalanes mantienen una plantilla con una dimensión similar que hace un lustro, si bien los trabajadores de Sport han sufrido duros recortes en sus retribuciones que se prolongarán durante los últimos años.
No ha ocurrido así en As y en Marca. En el caso del diario del Grupo Prisa, su redacción se redujo en 29 efectivos entre 2012 y 2016; mientras que su principal competidor prescindió de 25 empleados entre 2012 y 2015.
Está claro que no corren buenos tiempos para la prensa deportiva. Roberto Palomar apuntaba hace unos días a la crisis de credibilidad que vive el sector. El problema es que la situación del negocio tampoco es, ni mucho menos, para tirar cohetes.